Blog De la Calle: Cuentan que ha nacido...

La pasarela del hectómetro envejece. Usain Bolt ha confirmado que 2017 será su último año en activo y sus competidores naturales, los estadounidenses Tyson Gay y Justin Gatlin, transitan por mitad de la treintena con pocas expectativas. De ahí que comiencen a sonar nombres de velocistas veinteañeros. En la fecunda escuela de sprinters estadounidenses destacan tres que han parado ya el cronómetro en 9.8 en los 100 metros: Ronnie Baker (9.86), Trayvon Bromell (9.84) y la bomba de Tennesse, Christian Coleman (9.82).

Coleman, de 21 años, es producto de la inagotable cantera del sudeste de Estados Unidos. Jesse Owens y Carl Lewis nacieron en Alabama, estado colindante con Georgia, de donde procede Coleman (nacido en Atlanta), y limítrofes ambos con Tennesse, cuya Universidad es conocida por esculpir velocistas como este joven sprinter.

Christian es un corredor explosivo de 1,75 metros de estatura, zancada corta y alta frecuencia que pretende devolver a Estados Unidos el cetro mundial del hectómetro, prueba reina de la velocidad. El pasado fin de semana Coleman deslumbró al mundo deteniendo el crono en 9.82 segundos durante los Campeonatos Universitarios de Eugene empujado por un viento legal (+1,3). El chico no era ningún desconocido para el público norteamericano, ya que acudía precedido de su fama tras el logro conseguido en los Campeonatos Indoor de la NCAA al conquistar el oro en los 60 metros y en los 200. Algo que solo lo habían logrado anteriormente Kim Collins (2001) y Justin Gatlin (2002).

Precisamente Gatlin, otro velocista ilustre formado en la Universidad de Tennesee, ha trabajado con Coleman en los últimos tiempos. Muchos, como el recordman español Antonio David Rodríguez adivinan en Coleman “al sucesor natural de Gatlin”. El Pájaro ve al sprinter de Atlanta en el podio de Tokio en 100 y 200 si no ocurre nada raro. Para mí será campeón del mundo algún día porque tiene más cualidades físicas que Bromell o DeGrasse. Además está menos trabajado técnicamente que ellos, por lo que aún tiene margen de mejora”.

Rodríguez descubre también la versatilidad de Coleman, que no solo vive de su explosiva salida, puesto que también rentabiliza en el doble hectómetro su devastadora aceleración. En Londres participará en una de las carreras más exigentes de la historia del 200. Usain Bolt, en retirada, atesora unos alucinantes 19.19 en una distancia en la que será desafiado por el sudafricano Van Niekerk, que ‘baja’ del 400 para buscar el doblete (19.84) y Coleman (19.85).

No hace mucho su entrenador colgó un vídeo de Coleman en el que marcaba 4.12 en los 40 metros. Días antes John Ross, receptor de fútbol americano de los Cincinati Bengals desafiaba en las redes a Bolt tras completar los 40 metros en 4.22. Coleman bromeaba en twitter tras su logro afirmando que había recibido ofertas de equipos de fútbol americano. El de Tennesee había jugado de receptor en el instituto en Atlanta y dos de sus primos jugaron en la Universidad.

El pequeño Christian formó parte del relevo olímpico de Estados Unidos de 4×100 en la carrera de calificación de los Juegos de Río. Allí fue presentado como el hombre que podría rebajar el récord marciano de Usain Bolt en los 100, unos estratosféricos 9.58 logrados en 2009 en Berlín. El jamaicano cree que puede batirse, pero "requerirá una carrera técnicamente perfecta y condiciones meteorológicas adecuadas”. ¿Será Coleman? El de Tennesse se ha convertido en el primer colegial estadounidense en bajar de los 10 segundos en los 100 y de los 20 segundos en los 200 el mismo día. Aquella tarde Christian mostró su ambición: “El cielo es el límite. He corrido más rápido que nunca. Sentí que había hecho una salida decente, me separé de los demás y sólo quería darlo todo hasta la línea. Me he sentido muy bien”. El primer cara a cara con Bolt llegará en los Mundiales de Londres, que se disputarán entre el 5 y el 13 de agosto.

Hasta que eso ocurra seguirá escuchando los consejos de Gatlin, seguirá ‘vigilando’ la formación de otra velocista, su hermana Camryn, seguirá interactuando en redes sociales con sus miles de seguidores y seguirá llamando a su madre, la doctora Daphne Coleman, cada noche antes de irse a dormir. Es Christian Coleman. Cuentan que “ha nacido”...