Euroleague, Barcelona-CSKA: Un ciclón aleja el milagro (61-85)

61 - Barcelona Lassa (4+20+23+14): Rice (10), Renfroe (5), Eriksson (-), Vezenkov (14), Tomic (2) -cinco inicial-, Munford (3), Claver (5), Faverani (2), Diagne (7), Oleson (4), Koponen (9) y Perperoglou (-).

85 - CSKA Moscú (29+19+18+19): De Colo (21), Jackson (7), Kurbanov (12), Khryapa (8), Hines (3) -cinco inicial-, Teodosic (9), Augustine (4), Fridzon (-), Antonov (-), Freeland (1), Vorontsevich (9) y Higgins (11).

Árbitros: Lottermoser (Alemania), Latisevs (Lituania) y Majic (Slovenia). Sin eliminados.

Incidencias: partido correspondiente a la vigésimo cuarta jornada de la Euroliga disputada en el Palau Blaugrana ante 5.088 espectadores.

A los locales sólo les valía la victoria contra el CSKA para seguir soñando en los cuartos de final de la competición, algo que se truncó a los cuatro minutos de encuentro. Porque, de hecho, el duelo duró 243 segundos, el tiempo que tardaron los rusos en culminar un parcial de 0-11, con un De Colo moviéndose a sus anchas por el parqué del Palau. El base galo anotó 9 puntos en el primer cuarto y, junto a Kurbanov (12 puntos) y Khyriapa, dejó al desnudo las debilidades de un rival que completó el peor inicio de partido en la historia de la Euroliga.

Ni los cuatro cambios seguidos que efectuó Bartzokas tras el primer parcial en contra dieron al Barcelona el impulso deseado para competir ante el vigente campeón de Europa. Prueba de ello es que los de Bartzokas anotaron tan solo cuatro puntos, de Faverani y Tomic, con unas estadísticas nefastas desde el perímetro: 0 aciertos de 8 intentos desde la línea de 6,25. A ello se sumaron hasta siete pérdidas de balón que pusieron en bandeja un resultado de escándalo (4-29) al que se llegó tras un 3+1 de Teodosic sobre la bocina.

Con el partido casi visto por sentencia y los aficionados del Palau empezando a perder la paciencia, a los azulgrana solo les quedaba agarrarse al orgullo para disimular el enésimo naufragio del curso. Lo intentaron Rice (10 puntos) y Vezenkov (14 puntos), con más corazón que juego, ante un CSKA que parecía no querer ahondar en la herida de su rival. No obstante, a la que los rusos apretaban el acelerador, las diferencias se situaban cercanas a los 30 puntos (15-40, min.18).

En un despiste de los Dimitrios Itoudis, los locales lograron bajar de la barrera de los 20 puntos gracias a un triple de Vezenkov, una reacción que neutralizó en un santiamén De Colo, que dejaba el 24-48 al que se llegó al descanso. Tras la reanudación, los azulgranas quisieron maquillar el ridículo contra un rival que se veía ganador. Ante la apatía general, empezaron a entrar algunos triples aislados y los de Bartzokas apretaron algo más en defensa.

Ayudó también la entrada del impetuoso pívot Moussa Diagne, que fue de los pocos que se veía con ganas de levantar los aplausos de un Palau Blaugrana apático. En éstas, el Barcelona se llevó el tercer cuarto (23-18), a pesar de la notable actuación del polivalente pívot Andrey Vorontsevich, muy acertado desde la línea de 6,75 metros, que evitó que el Barcelona rebajara la desventaja antes del último periodo (42-61).

Con el choque virtualmente terminado a falta de 10 minutos, el CSKA se llevó el último periodo (14-19), aunque el trámite acabó con una derrota menos abultada de lo que ambos equipos demostraron en la pista (61-85). Tras este triunfo, el equipo moscovita suma 18 victorias e iguala el balance del Real Madrid, que sin embargo sigue siendo líder de la Euroliga por el 'basket average'.