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Rui Costa gana el Mundial; Purito plata y Valverde bronce

Eurosport
PorEurosport

Actualizado 29/09/2013 a las 16:49 GMT

El portugués Rui Costa fue el más fuerte y se llevó la prueba en ruta de los Mundiales de ciclismo por delante de los españoles. Purito, plata, perdió el sprint ante el luso y Valverde fue bronce. Algunos de los máximos favoritos no pudieron estar en el corte bueno. Sagan acabó sexto y Cancellara fue décimo.

Purito, Rui Costa y Valderde, el podio en Florencia.

Fuente de la imagen: AFP

El portugués Rui Alberto Costa conquistó el primer mundial para su país al batir al esprint en el Mundial de Toscana 2013 al español Joaquím 'Purito' Rodríguez que fue plata, mientras que otro español, Alejandro Valverde, se llevó la medalla de bronce.
Rui Costa logró el jersey arco iris al ser el más fuerte en los últimos metros de un recorrido muy duro y exigente, al que se unió la lluvia prácticamente durante todo el itinerario salvo la parte final, de 272 kilómetros entre Lucca y Florencia en los que invirtió un tiempo de siete horas veinticinco minutos y cuarenta y cuatro segundos. El protagonismo en los últimos kilómetros lo asumió Purito con una serie continuada de ataques que trató de neutralizar por todos los medios el italiano Vincenzo Nibali al que seguían Valverde y Rui Costa, para ser éste último el que terminó recogiendo el premio final del triunfo.
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Rui Costa ganó el Mundial en Florencia.

Fuente de la imagen: AFP

Tras los grandes esfuerzos del 'Tiburón de Mesina', el ciclista luso remachó a sus dos acompañantes y se fue en busca de Purito al que alcanzó dentro del último kilómetro y terminó superando en la misma línea de llegada. Los españoles no pudieron redondear su buena actuación mundialista, sobre la parte decisiva a la que llegaron con las reservas suficientes para aparecer cuando se desencadenó la lucha por las medallas y por el jersey arco iris. La imagen de Purito llorando desconsoladamente marcó el desenlace de una carrera en la que al catalán y al murciano se les escurrió de las manos el que hubiera sido sexto título mundial del ciclismo español, tras los tres conseguidos por Óscar Freire y los de Igor Astarloa y Abraham Olano, que fue el que abrió el palmarés hispano en Colombia en 1995.
El doblete que no llegó
El sueño de protagonizar el doblete, oro y plata, de Olano y Miguel Indurain en Duitama (Colombia) e Igor Astarloa y el propio Valverde en Hamilton (Canadá), en 2003, se escapó por muy poco. La última vuelta, con una ascensión a velocidad de vértigo en los más de cuatro kilómetros de la cota de Fiesole en la que se produjo la selección definitiva, fue la clave que todos habían presagiado y en la que los españoles, que supieron reservar fuerzas para llegar allí en las mejores condiciones. Los dos líderes nacionales estuvieron donde debían estar en la parte final. Tal vez el murciano se cebó excesivamente en un Nibali que parecía inagotable, pero no salió al único latigazo que soltó el portugués que también disponía de la fuerza necesaria para primero coger a Purito y después batirle.
El protagonismo en los primeros kilómetros tras la salida de Lucca recayó sobre un quinteto formado por cinco corredores, el polaco Bartozs Huzarski, el tunecino Rafaa Chtioui, el checo Jan Barta, el venezolano Yonder Godoy y el austríaco Matthias Brandle que alcanzaron una ventaja superior a los ocho minutos, pero el trabajo de los británicos con el velocista Mark Cavendish al frente les impidió abrir un hueco todavía más importante. Del quinteto, el polaco y el checo fueron los que más aguantaron su escapada con una cabalgada de casi doscientos kilómetros al frente del Mundial. En esta ocasión el de la Isla de Man, al contrario de lo que suele ser habitual cuando todos sus compañeros trabajan para él, asumió prácticamente en solitario el trabajo de la primera parte para ejercer el control de la carrera en el tramo en línea entre Lucca y Florencia de 107 kilómetros e incluso las primeras vueltas al circuito.
Plata y bronce que saben a poco
Algunos de los nombres ilustres presentes en el pelotón, como los australianos Richie Porte y Cadel Evans y el reciente vencedor de la Vuelta 2013, el estadounidense Chris Horner, entre otros, se vieron obligados a abandonar por caída cuando todavía quedaban por delante más de 130 kilómetros. Con el quinteto de cabeza todavía al frente, pero perdiendo tiempo a marchas forzadas, la tercera ascensión a Fiesole y Via Salvati comenzó a poner de manifiesto algunas debilidades y a dejar claro que los italianos de Paolo Bettini tenían muy clara su misión. En el grupo de diecisiete que se formó no había ningún español y muchos de los favoritos estaban por delante. La caída de Nibali a 35 kilómetros de la llegada cambió todo el planteamiento de Bettini. Las movimientos de sus piezas tenían que ser otros, de hecho Visconti se frenó en seco y se dejó capturar. La última vuelta arrancó con Jonathan Castroviejo al frente del grupo de cabeza y tratando de elevar el ritmo, pero los italianos querían un poco más de velocidad y pasaron a la cabeza, lo mismo que los daneses. Los últimos kilómetros fueron de una intensidad al límite en los que España se quedó sin el premio del arco iris pero firmo su tercer doble podio de la historia, aunque en esta ocasión empequeñecido por ser de plata y bronce cuando los dos anteriores habían sido de oro y plata.
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