David De la Cruz: El discurso convincente del relevo generacional y ganador del ciclismo español

Todo aquel aficionado español al ciclismo que esté preocupado por el panorama que dejarán las retiradas de Alberto Contador o Alejandro Valverde, debe escuchar atentamente a David De la Cruz Melgarejo: “Relevo, hay. Y victorias españolas vendrán a raudales”. La plena convicción del catalán no sólo viene por su triunfo de etapa en la pasada Vuelta a España o por levantar los brazos ante Alberto Contador en la última etapa de la París-Niza 2017. Este discurso está tan bien construido porque él mismo es y forma parte de este relevo.

Para ilustrar mejor por qué David cree que las futuras victorias del ciclismo español están aseguradas y corredores como él mismo, Mikel Landa, los hermanos Ion y Gorka Izaguirre, Marc Soler o Rubén Fernández suplirán con garantías el vacío que dejarán ciclistas irrepetibles como Contador, Purito Rodríguez o Valverde, es mejor acudir a otra de sus frases ilustrativas: “En Bélgica no han vuelto a tener un Eddie Merckx, pero ello no significa que Tom Boonen sea malo”.

Poco más que añadir a este discurso de garantías de relevo generacional, pero en el caso de David es necesario aproximar su figura al aficionado que no sigue ciclismo durante todo el año y que hasta estos últimos grandes triunfos no había reparado del todo en la trayectoria del de Sabadell. “Los ciclistas españoles siempre tardamos un poquito más que los de otros países”, sostenía De la Cruz en la entrevista en directo que mantuvo en Eurosport TV tras su victoria en París-Niza. Razón no le falta, ya que él mismo es consciente de lo mucho que le ha costado llegar a uno de los mejores equipos del World Tour como es el Quick Step y, una vez enrolado en el equipo belga, mejorar como corredor y encontrar el momento adecuado para ganar.

Formado en el Caja Rural, el equipo Net-APP Endura le dio en 2013 la oportunidad de disputar las principales carreras del calendario. Una época, igual que su primer año en su actual formación, en la que aprendió de sus propios errores y de la cara más dura del ciclismo, especialmente cuando tuvo que retirarse de su primer Tour de Francia con una fractura de clavícula. Sólo le hacía falta confianza, seguir progresando y alguna victoria importante para dar ese tremendo salto de calidad.

Todo esto se hizo realidad en la novena etapa de la pasada Vuelta a España, cuando ganó en solitario en el Alto del Naranco. Correr en un equipo tan grande y enfocado a las clásicas como es el Quick Step entraña tener pocas oportunidades para ganar o brillar en una gran vuelta, pero la ausencia de un líder nato para la general en la ronda española le permitió tener esa libertad necesaria y ese chance que no desaprovechó. Y que por supuesto que le convirtió en ese líder de vueltas por etapas que demandaba el equipo de Tom Boonen.

David De La Cruz continuará su temporada 2017 disputando la Vuelta al País Vasco, el Tour de Romandía y en mayo el Tour de California, tres carreras de primer nivel donde tendrá oportunidad de liderar a su equipo y de demostrar que este relevo generacional y ganador en el ciclismo español está en buenas manos.