Blog Uría: Todos contra Froome

Un desafío para un británico que, toda vez que Armstrong confesó públicamente ser un tramposo, aspira a darle al público el estímulo de poder creer en un campeón capaz de aspirar a colocarse tras la estela de leyendas sagradas de la carretera como Eddy Mercx, Miguel Indurain, Jacques Anquetil o Bernard Hinault, que conquistaron cinco veces la carrera. Intratable en 2013, 2015 y 2016, el cohete del Sky parte como gran favorito. Rampa arriba, rampa abajo, si Froome está en forma, tiene muchas posibilidades de ganar. Ahora bien, a la caza de Froome, en este Tour, habrá un nutrido grupo de depredadores, deseosos de abatir al británico. Nombres que garantizan que la clasificación general del Tour de este año promete ser la más reñida de los últimos años.

[Etapas del Tour de Francia 2017]

En la lista de enemigos de Froome el primer nombre es Richi Porte. El ciclista de Tasmania por fin tendrá un equipo a su servicio en la ronda gala, está en un momento dulce y ya ha dado algún que otro susto a Froome. Se encuentra ante la oportunidad de su vida para salir de París de amarillo. Otro nombre propio es el de Nairo Quintana. El colombiano, que levanta pasiones entre sus partidarios cuando ataca y desespera a sus detractores cuando adopta una pose más conservadora, es otro aspirante a derrocar al rey Froome. Otra rueda a vigilar será la de Romain Bardet. El galo llega en forma y asegura que ha mejorado contra el crono. Su reto es mayúsculo: un ciclista francés no gana el Tour desde 1985. Fue Hinault, claro. También conviene fijar la atención en Fabio Aru. El italiano se faja siempre en las grandes citas, tiene espíritu batallador y si tiene un gramo de fuerza, lo intentará.

¿Y los españoles? Pues por un lado Alejandro Valverde, que explora sus propios límites en cada edición, para demostrarse que puede ganar un Tour y no sólo clásicas; y al otro, asoma Alberto Contador. Sí, el último español en ganar en Francia. Eso fue en 2009. Han pasado ya siete años de aquello y la duda consiste en saber si todavía el pistolero puede poner en serios aprietos al gigante Froome. La carrera lo agradecería. Nada más apasionante para la opinión pública que un duelo al sol entre Froome y Contador, a golpe de riñón. Será lo que diga el único juez posible: la carretera. Recorrido y dureza sobran. Un mal día penaliza, dos te condenan. Llega otro Tour. Uno nuevo pero, en realidad, el clásico, el de siempre. Y será, otra vez, en Eurosport. Será el Tour de las emociones, el de las escapadas bidón, los sprint masivos, los abanicos, el viento de cara, los descensos a tumba abierta, las metas volantes, los finales en alto, el maillot de la montaña y por supuesto, el de ese jersey amarillo que nos alegra los veranos, que nos hace retorcernos en el sofá de casa y que nos levanta del asiento en cada etapa, a golpe de pedal de hombres que, en realidad, son héroes.