Indignación en La Vuelta 2016: El año (y el bolardo) maldito de Steven Kruijswijk

Iba a ser el año de Steven Kruijswijk, pero 2016 se ha acabado para él como una auténtica pesadilla. Este ciclista holandés de nombre impronunciable iba camino de ganar el pasado Giro de Italia cuando un despiste en una curva bajando el Agnello dio con sus huesos en el suelo y en la nieve. Recuperado, el corredor apodado ‘La Percha’ por sus anchos y rectos hombros, fio todo a La Vuelta 2016 esperando que su suerte cambiara y con el objetivo de demostrar su fortaleza y que tal y como se vio durante 19 etapas del Giro, él es un hombre capaz de ganar una gran vuelta.

Kruijswijk había perdido tiempo en la general en las cuatro primeras etapas, estaba lejos de los mejores pero confiaba en ir de menos a más y acercarse lentamente al podio de Madrid. Pero su Vuelta 2016 acabó por culpa de una caída provocada aparentemente por un bolardo que no estaba bien señalizado a apenas dos kilómetros del final de la quinta etapa con final en Lugo.

Antes de que Gianni Meersman lograra su segunda victoria, las cámaras captaron su imagen tirado en el suelo y siendo asistido. Su clavícula parecía fracturada, igual que todas sus opciones de seguir en carrera.

El holandés se fracturó la clavícula y en menos de tres semanas podrá volver a entrenar si se cumplen los mejores plazos de recuperación, pero una caída tras el impacto por un bolardo recientemente se cobró lesiones mucho peores como las de Sergio Pardilla o el norteamericano Peter Stetina, quienes en la Vuelta al País Vasco del año pasado. Ambos estuvieron prácticamente un año de baja.

La caída de Kruijswijk a causa de ese bolardo no señalizado o no retirado previamente por la organización encendió las iras de algunos ciclistas tras esta quinta etapa de La Vuelta 2016. El más crítico fue George Bennett, compañero suyo en el equipo Lotto Jumbo: "La UCI no ha aprendido desde la Vuelta al País Vasco del año pasado".