¿Qué Ferrari debería haberse encontrado Alonso?

Han pasado cinco años desde que Ferrari anunciara oficialmente el fichaje de Fernando Alonso como piloto oficial. Fue sin duda uno de los movimientos más importantes en la historia del automovilismo, ya que la mítica escudería italiana ataba al mejor piloto en ese momento, con Michael Schumacher retirado por primera vez y con Sebastian Vettel siendo una promesa.

"Es el sueño de mi vida”, dijo un sonriente Fernando el 30 de septiembre de 2009. Entonces, el bicampeón del mundo jamás hubiera creído que su paso por Ferrari se hubiera convertido en la larga sequía de títulos y buenos resultados que está atravesando en la actualidad.

El Ferrari que esperaba Fernando Alonso era el equipo más grande, contar con el coche que le hiciera eterno al ganar más mundiales y contar con los mejores medios y la confianza que le acabaron negando en su paso por McLaren.

Contar siempre con el mejor coche o al menos, con uno ganador. Fernando estuvo muy cerca de competir en condiciones de igualdad con los Red Bull en 2010 y 2012, cuando fue subcampeón del mundo, llegando a perder un campeonato en la última carrera. El resto de temporadas Sebastian Vettel ganó cómodamente el campeonato y esta temporada, no tienen nada que hacer frente al nuevo poderío de Mercedes.

Los mecánicos e ingenieros más eficaces. En el Gran Premio de Abu Dabi en 2010, la estrategia de Ferrari de perseguir a Mark Webber le salió cara, ya que Vettel ganó la carrera y el campeonato. Se contabilizan pocos errores mecánicos de bulto en estas temporadas, pero Ferrari siempre fue un paso por detrás en cuestiones de aerodinámica o las temporadas en las que prevalecieron los famosos difusores de soplado.

La mejor y más rápida innovación en la tecnología. Una constante estas temporadas es la recurrente frase de ‘las mejores llegarán en el próximo Gran Premio’ o, una vez que Ferrari está lejos del título, repetir que ya se está trabajando en el monoplaza del año siguiente. Desde 2012 no se ha cumplido ninguna de estas premisas.

En caso de polémicas, beneficiados por el poder. Especialmente en los años de poderío de Michael Schumacher, solía decirse que en caso de dudas en cuanto a cuestiones de normativa y sanciones, el poder establecido siempre beneficiaba a Ferrari. Estos últimos años, y pese a que Jean Todt (antiguo jefe de Ferrari) es presidente de la FIA, puede que Red Bull se haya visto más beneficiado en este tipo de cuestiones por la pérdida de peso del equipo italiano.

Ningún tipo de tensión interna. Correr en el equipo más grande debería ser sinónimo de perfecta organización interna. Desde su llegada, dimisiones, acusaciones internas y una tensión que desde hace dos temporadas fue creciendo.

Al lado del mejor compañero. Mantuvo buena relación con Felipe Massa, pero no se benefició de su trabajo contra otros pilotos, como tampoco está sucediendo esta temporada con Kimi Raikkonen. Alonso quiso a Webber a su lado.

Haberle convertido en leyenda. Ferrari era el sueño de Fernando y de cualquier piloto, pero tal vez no llegó en el mejor momento. Con un coche ganador o una organización mejor, tal vez Fernando tendría algún Mundial más en el bolsillo y, por supuesto, estaría alejado de las polémicas actuales.