LNFS, Osasuna Magna-Movistar Inter: Batalla prodigiosa en Anaitasuna (2-2)

2 - Osasuna Magna: Asier; Araça, Dani Saldise, Rafa Usín, Eseverri -cinco inicial-, Víctor, Alvarito, Roberto Martil, Eric Martel y Bynho.

2 - Movistar Inter: Jesús; Gadeia, Rafael, Ortiz, Elisandro -cinco inicial-, Daniel, Pola, Solano, Ricardinho, Taffy y Borja.

Goles: 1-0, m.10: Víctor. 1-1, m.15: Rafael. 2-1, m.17: Roberto Martil. 2-2, m.38: Ricardinho.

Árbitros: Cid y Martínez. Mostraron tarjeta amarilla a Eric Martel, de Osasuna Magna, y a Borja, Daniel, Ortiz, Ricardinho y Jesús, del Movistar Inter.

Incidencias: Partido de la tercera jornada de Primera División disputado en el Pabellón Anaitasuna ante unos 3.000 espectadores (lleno).

En apenas tres jornadas, la Liga Naciona de Fútbol Sala nos ha dejado la primera gran noticia positiva en Osasuna Magna. Es demasiado pronto para predecir grandes éxitos, pero demasiado tarde para obviar que el conjunto navarro ha escalado un enorme peldaño en el fútbol sala nacional. Cumplió en su debut ante Santiago Futsal, asaltó por sorpresa el Palacio de los Deportes de Murcia y tuvo contra las cuerdas al ‘todocampeón’ Movistar Inter.

El ambiente en Anaitasuna era de noche grande y el histórico Xota voló sobre la pista. Tuvo la primera Dani para Inter, aunque entre Víctor Arévalo y Roberto Martil fabricaron la primera gran jugada local. Mediada la primera mitad, Víctor Arévalo marcaba a la segunda tras una primera intervención de Jesús Herrero. Le tocaba remar a los madrileños, que equilibraron la balanza cinco minutos después tras una maravilla de Rafael: rompió a Araça tras pisarla y fusiló a Asier. Inter dominaba el partido, pero los navarros robaban, salían con velocidad y, sobre todo, terminaban todas y cada una de sus jugadas. En una de ellas, a tres minutos para el descanso, Xota forzó un córner que botó Araça y cabeceó a gol Roberto Martil.

El descanso no amilanó a los locales ni centró al campeón, pero el paso de los minutos hizo que la tensión, los nervios y la polémica se adueñasen del choque. Con Inter habiendo superado las cinco faltas, Carlos Ortiz derribó a Bynho sin que los colegiados indicasen falta. El capitán echó la pelota fuera con superioridad en un gran gesto ante la terrible bronca de la grada a los árbitros. No sería esa la mecha que encendiese los litros de gasolina que por ese entonces inundaban la pista de Anaitasuna, sino un lanzamiento de diez metros que convirtió Rafa Usín en segunda instancia tras golpear en el poste. La jugada, antirreglamentaria, no fue anulada por los árbitros en un primer momento desquiciando a los visitantes.

Inter apostó todo o nada al portero-jugador. La moneda, como suele pasarle a los equipos grandes, salió cara. A dos minutos para el final, la pelota de Gadeia cruzó el área mansamente para acabar, dónde si no, en la bota de Ricardinho en boca de gol. Los últimos segundos fueron un completo asedio visitante que pudo decidirse en el último suspiro, pero Elisandro no acertó para doblegar a un Xota que no merecía haber perdido.