Blog Brotons: Benítez no tiene la culpa

Los calificativos en las últimas horas han sido poco cariñosos: “cagón”, “amarrategui”, “miedoso”, “cobarde” “ultraconservador”. Entiendo que a la mayoría de aficionados no les gusta el fútbol que propone el entrenador madrileño y en especial lo que se vio en el Calderón.

Cuando Pérez fichó a Benítez tenía la obligación de conocer su filosofía futbolística. La trayectoria en el Valencia, Liverpool, Inter, Chelsea y Nápoles deja claro que el tipo de fútbol que le gusta a Rafa está basado en “cuanto mejor esté la defensa, más posibilidades tenemos para ganar, por tanto seamos defensivos”. Rafa no engaña a nadie, es tal y como le hemos conocido desde sus inicios como entrenador en el Real Valladolid, hace ahora veinte años.

Del Bosque, Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro, Pellegrini, Mourinho y Ancelotti han sido las víctimas de los caprichos de Florentino en sus dos etapas como presidente. Siete títulos en los últimos siete años (es el Real Madrid) acreditan que no hay una hoja de ruta. El rumbo lo marca la angustia de Pérez por alcanzar títulos.

En 2009 ficha y prescinde de Pellegrini porque es blando. Le desprecia públicamente, le echa la culpa a Valdano y le retira el saludo. Contrata a Mourinho para que ponga firme al vestuario (un grupo de tipos engreídos) y lo que crea es una ruptura de la plantilla con lealtades inquebrantables. Además, los métodos del portugués destrozan la imagen del club, a nivel nacional e internacional, provocando una ruptura social en el club. Se ve obligado a despedirlo y recurre a su técnico ideal, Carlo Ancelotti, que le gana “La décima”, una Copa, la Recopa y el Mundial de Clubes. Después de perder las semifinales de la Champions con la Juve le da el finiquito argumentando el año en blanco a nivel popular y en privado por “vago”.

A Benítez lo ficha por madridista, ya le había ofrecido el cargo en 2009. “Conoce la cultura, los valores y la casa” fue su frase argumental en la presentación del nuevo técnico que, emocionado, llegó a soltar alguna lágrima en el estrado. No podemos engañarnos, ni dejar que nos confundan con los goles de Cristiano. Los planteamientos de Benítez son defensivos y resultadistas. La actitud del equipo en el Calderón fue miserable. Después de marcar Benzema el equipo, siguiendo instrucciones, se dispuso para defender el resultado y solo la brillante actuación de Keylor Navas, parando el penalti y con dos intervenciones portentosas, impidió la derrota.

Si en el primer partido con cierta enjundia del calendario la respuesta de Benítez es acunarse en tablas hay que pensar que esa es su visión del fútbol porque no difiere mucho de lo que lleva haciendo desde hace veinte años como entrenador. Lo peor de esta situación es que Florentino lo sabía, pero el mérito de Rafa es su capacidad de trabajo en contraposición con el “vago” que le precedió.

Como siempre el culpable no es el empleado que realiza su trabajo y hace lo que sabe. La culpa es del que le contrata sabedor de que no reúne las condiciones para el puesto. Empieza el Vía Crucis de Rafa Benítez. El Gólgota le espera.