Blog Romero: Benítez, un sofá y una lámpara

"Pedí un sofá y me trajeron una lámpara", dijo el entonces entrenador valencianista para explicar lo que sentía después de pedir la renovación del lateral Reveillere y encontrarse con el fichaje del mediapunta uruguayo Canobbio. Después del derby el técnico madridista ha recibido las primeras críticas severas desde que llegó a Concha Espina, pero lo que nadie le podrá echar en cara es que no está siendo fiel a sus principios como técnico. Florentino pidió un sofá y tiene un sofá.

Hay entrenadores que cuando se ponen por delante en un partido piensan en seguir goleando al rival y otros que,instintivamente, piensan en mantener el resultado y cerrar el choque. Aunque históricamente en el Bernabéu han gustado siempre más los primeros, Benítez es de los segundos. Y lo ha demostrado durante toda su carrera. Por eso cuando se puso por delante en el Calderón no pensó en arrollar a un Atleti que parecía entregado sino que prefirió echar atrás al equipo, intentar dormir el partido y confiar en cazar una contra...Pero siempre bajo la misma premisa: riesgos los mínimos.

Es evidente que se espera algo más del entrenador del Madrid, pero Benítez siempre ha actuado de una manera parecida y está siendo fiel a los principios que le han llevado a ser técnico de máximo nivel. Basta con escuchar una rueda de prensa de Rafa para intuir cuál es su gusto futbolístico: repite hasta la saciedad términos como equilibrio, sacrificio, esfuerzo... Describe mil y un sistemas tácticos y se le escucha poco hablar de espectáculo o fantasía.

El Madrid no puede fichar a Benítez y esperar que el equipo juegue un fútbol espectacular, de toque y volcado al ataque. Florentino apostó por un entrenador sobrio, táctico y currante y ahora no le puede extrañar que, en la primera gran prueba de la temporada, cambie su librillo por el de un entrenador ofensivo y divertido. Un sofá es un sofá.