Los viernes de Iván Castelló: Aquella delantera erótica de Albania

PorIván Castelló

Actualizado 25/03/2022 a las 08:06 GMT

Llega justo ahora el recuerdo de un Albania-España, el primero de la historia, jugado el 3 de diciembre de 1986 en el estadio Qemal Stafa de Tirana camino de la fase final de la Eurocopa de 1988 en Alemania Federal. Pero lo hace por una razón especial y algo picante, aunque poco para los tiempos que corren. Cierto.

Albania en los 80.

Fuente de la imagen: Imago

La victoria española entonces fue más trabajada de lo previsto frente a un rival históricamente en el furgón de cola del balompié europeo aunque haya subido en los últimos años a un escalón superior. Incluso, el rival de España este sábado en el amistoso de Cornellá-El Prat, llegó a disputar la fase final de la Eurocopa de Naciones en 2016 con victoria ante Rumanía que no evitó la eliminación en la fase de grupos.

Aquél duelo de 1986 se cerró al final por 1-2 en territorio albanés con goles del recordado Arteche (defensa del Atlético de Madrid fallecido en 2010) y del sportinguista Joaquín. Antes se habían adelantado los albaneses por mediación de Shkelkim Musha.

Pero llamó mucho la atención en aquella época, sin duda más ingenua a la par que más literaria que la inmediatez actual, el que Albania alineara a dos jugadores como delanteros que se prestaron inmediatamente por sus apellidos a la broma en España y, primero, entre la prensa desplazada con la selección y los propios internacionales del mítico Miguel Muñoz, el seleccionador nacional.

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Eran los albaneses Shkëlkim Musha (como la ‘musha caló’ andaluza en verano) y Arbën Minga. Musha-Minga. Pero aquello alcanzó otro inesperado punto de algarabía cuando el único cambio del seleccionador de Albania, Agron Sulaj, dio paso a que formara con ellos hasta el final del encuentro otro atacante, Agustin Kola.

Y fue precisamente a los 69 minutos (no podía ser en otro momento, claro está) cuando se produjo la sustitución que llevó a Albania a acabar el partido con una delantera erótica para la historia del imaginario popular patrio: la formada por Musha, Minga y Kola desde el minuto 69. O la delantera viril en tiempos aquellos, no obstante, de mayor inocencia sin internet, redes sociales, WhatssApp, 'clickbait' ni información de corte ligero o ‘buzz’. Ni falta que hacía.

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