Opina: ¿Arda debería ser sancionado?

Arda Turan pagó su frustración al ver como el Atlético de Madrid no podía remontar la eliminatoria de Copa del Rey contra el Barcelona lanzándole su bota al linier después de que el colegiado no le pitase una falta a favor.

Jesús Gil Manzano, el árbitro del partido, le sancionó con una simple tarjeta amarilla y en el acta puso lo siguiente al final del choque: “En el minuto 48 el jugador Turan, Arda fue amonestado por el siguiente motivo: lanzar su bota fuera del terreno de juego en señal de disconformidad".

Muchos son los que se preguntan si el Comité de Competición debería entrar de oficio para sancionar al centrocampista turco, sólo un día después de que Cristiano Ronaldo fuera sancionado con dos partidos porque el organismo disciplinario se ciñó únicamente al acta arbitral.

Nuestros compañeros de Eurosport Turquía no se han sorprendido demasiado por la acción de Arda. Ellos nos recuerdan que Arda es un tipo visceral que ya tuvo enfrentamientos con compañeros y rival durante su etapa en el Galatasaray. "Arda es un futbolista emocional. Y esas son las características que hacen que sea un jugador del agrado de la gente", explica nuestros compañeros turco Meric Gursoy.

"Arda se enojó" dice la prensa turca, donde explican que el centrocampista aumentó la agresividad del Atlético

La acción de Arda Turan tirando una de sus botas al asistente nos trae a la memoria lo ocurrido con Dani Benítez, exjugador del Granada, quien en un partido contra el Real Madrid en mayo de 2012 le dio un botellazo a Clos Gómez.

El colegiado de aquel encuentro escribió lo siguiente en el acta: “El jugador D. Daniel González Benitez me lanzó una botella de plástico de 500 ml. llena de líquido alcánzandome en el pómulo izquierdo provocándome una pequeña inflamación sin que haya necesitado asistencia médica hasta el momento".

El Comité de Competición le impuso a Benítez entonces una sanción de tres meses, la mínima recogida por el reglamento para una agresión de un jugador a los árbitros.

Aunque no tiene nada que ver con la de Arda, a principios de los 90 y en un partido de Supercopa contra el Real Madrid, el búlgaro pisó al colegiado Urízar Azpitarte. Su acción le costó 6 meses de sanción y la fama de jugador polémico y pendenciero que le acompañó ya durante toda su carrera.