Barcelona-Valencia: Saber y ganar (2-0)

2 – Barcelona: Bravo; Alves, Piqué, Mathieu, Adriano (Rakitic, min. 46); Mascherano, Busquets Xavi (Sergi Roberto, min. 80); Messi, Luis Suárez (Pedro, min. 65) y Neymar.

0 – Valencia: Alves; Barragán, Mustafi, Otamendi, Orban (Gayá, min. 46); Parejo, J. Fuego, André Gomes; Feghouli (Cancelo, min. 67), Alcácer (Negredo, min. 74) y Rodrigo.

Goles: 1-0. M. 1: Luis Suárez; 2-0. M. 90'+3': Messi.

Árbitro: José Luis González González (Comité de Castilla y León). Amonestó a Adriano (min. 27), Javi Fuego (min. 28), Orban (min. 35), Mascherano (min. 54), Otamendi (min. 66), Rakitic (min. 77), Mustafi (min. 79)

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 32 de Liga disputado en el Camp Nou ante 92.915 espectadores.

Luis Suárez: Sencilla y llanamente decisivo. Apareció para lo que hacía falta, el gol, manteniendo así su buen momento de forma y su carácter vital para el equipo azulgrana. Se marchó sustituido siendo ovacionado por el Camp Nou.

Luis Enrique: Nombre propio por el vaivén de ideas que tuvo en las dos partes del partido claramente diferenciadas. Su planteamiento inicial dio el gol pero hizo sufrir al Barça y su cambio de opinión en el descanso sirvió para que el Barça agarrara el resultado con fuerza.

Claudio Bravo: Aguantó todo tipo de vendavales en la primera mitad cerrando una actuación sobria a la vez que soberbia con un penalti parado incluido que puede significar media Liga para el Barça.

Rodrigo: Luchador sin descanso especialmente en la primera mitad. Ganó la espalda de la zaga azulgrana representando prácticamente todo el peligro del Valencia junto a Paco Alcácer.

Jugándose la Liga en el que quizás era el partido más decisivo de todos los que restan al Barça para alcanzar el título liguero, Luis Enrique volvió a instalar a su propia plantilla en la ambigüedad que mete a este Barcelona entre lo impredecible y lo directamente ininteligible. En su estadio y contra un rival de marcada entidad, el técnico azulgrana privó con su alineación a su equipo del control de balón y la capacidad asociativa en el centro del campo; justo lo que había hecho a los culés brillar en Champions League ante el PSG con una de las mejores puestas en escena de los azulgrana esta temporada. Busquets y Mascherano -no Rakitic- ocupaban la medular en la que no podía estar Iniesta por lesión y eso solo podía entenderse de una manera: la iniciativa sería del Valencia y el Barcelona se dedicaría a sacar provecho de las mordidas de su siempre peligroso tridente ofensivo.

La apuesta, tratándose de un equipo que entiende el fútbol siempre a través de la conducción con más o menos variaciones puntuales, era extremadamente arriesgada, pero pronto daba resultados gracias a una mezcla perfecta entre fortuna y ferocidad de los hombres de ataque del Barça. Messi corrió más rápido que los segundos del reloj y sin que se cumpliera el minuto de juego cedía para que Luis Suárez definiera una jugada que prácticamente era la única de todo el conjunto azulgrana en la primera mitad.

Y es que si a los puntos se ganara en el fútbol, el primer asalto del partido tendría que haber sido del Valencia por méritos acumulados prácticamente en todas las líneas del campo. Los de Nuno, sin embargo, no pusieron la dosis de acierto suficiente a su buen desempeño en el centro del campo y a su buena intención ofensiva, lideradada por Rodrigo y Paco Alcácer -en jugada elaborada- después de que Parejo, o más bien Bravo con una buena lectura del lanzamiento, fallara el penalti que debería haber servido para meter al Valencia en el partido.

A sabiendas de que no salir quemado de su juego con fuego había sido prácticamente un milagro, Luis Enrique reculó, removió su planteamiento y dotó del control que exigía su equipo devolviendo de nuevo a Busquets a su posición natural. Y el Valencia desapareció. La posesión volvía de nuevo a campo azulgrana, el Barça no parecía correr detrás de cada balón y los miedos se instalaban en el área donde empezaba a deambular Leo Messi como falso nueve. Cansado del esfuerzo inicial y adormecido por el desfile horizontal de balón en el Barça, al Valencia ya no le quedaron fuerzas ni para soñar. Messi, en el descuento, cerraba una victoria de esas con sabor a sufrimiento. De esas que alimentan el sueño de la Liga.

1’: 1-0. Gol de Luis Suárez. Salida fulgurante al ataque que lidera Messi para asistir a Luis Suárez, que saca un disparo certero sin que Alves pueda hacer nada.

4’: Recorte hacia dentro de Rodrigo frente a Piqué y disparo con la derecha al palo largo. Por poco.

10’: Penalti que comete Piqué y ejecuta Parejo a la derecha del portero. Bravo lee la intención y para sin mayores problemas la pena máxima.

33’: Paco Alcácer caza un balón suelto en la frontal y saca un gran disparo a la media vuelta que acaba siendo repelido por el palo con Bravo ya superado.

40’: Jugadón del Barça en el área rival intentando rizar el rizo. Neymar la cuelga desde el segundo palo, Messi la pena lo justo y Xavi finaliza con un potente tiro que se va fuera. Llegó algo forzado al remate final.

64’: Falta que ejecuta Messi estrellando el balón en la cruceta. Alves había hecho la estatua.

75’: Bravo despeja con acierto un disparo picado que había sacado Negredo cazando un balón suelto.

88’: Pedro llega por la derecha y saca un disparo peligroso que acaba despejando Alves a córner.

90'+3': 2-0. Gol de Messi. Contragolpe que deja solo a Messi con Alves. El argentino falla en el intento de la vaselina pero caza el rechace para empujar el balón y marcar el gol que cerraba el partido.

De un mal partido y un mal planteamiento el Barça acabó sacando como resultado una nueva victoria que le acerca al título de Liga. La ambición de los jugadores y la capacidad de reacción de Luis Enrique son la causa de que este equipo azulgrana esté sabiendo cómo solventar situaciones adversas durante prácticamente toda la temporada.