Lo que hemos aprendido del Real Madrid-San Lorenzo

Ramos, un cabeceador infalible. Una vez más, el central de Camas demostró que es un portento en el juego por alto. La Champions se la debe el Madrid en buena parte a sus testarazos y el Mundial de Clubes, lo mismo. Tras marcar en la semifinal contra Cruz Azul, consiguió lo más complicado frente al San Lorenzo: abrir el marcador. En otro salto imperial, se adelantó a Yepes y marcó el 1-0. Su leyenda se aumenta.

Demasiado para James. Cuando se lesionó hace dos semanas, su presencia en el Mundialito estaba prácticamente descartada. Pero tras una recuperación exprés, pudo jugar la final. Esa inactividad le pasó factura y estuvo lejos de su mejor nivel. Lo mejor es que ahora tiene bastante tiempo para recuperar la forma óptima.

Isco, en su perfil menos habitual. En las últimas semanas, las que han coincidido con su mejor nivel, ha partido desde la banda izquierda. Cerca de Marcelo y Cristiano, el malagueño ha desplegado un juego que enamora. Pero contra San Lorenzo, Ancelotti decidió ponerlo por la derecha y el rendimiento fue el mismo. Ayudando a Kroos en la construcción de las jugadas, asistió a Bale en segundo gol. Está de dulce.

Cristiano, obsesionado con el gol. Como suele habitual en él, buscó su tanto con insistencia pero falló en esa misión. No pudo mojar en la semifinal y volvió a quedarse con su casillero personal en cero. Eso a Cristiano no le gusta y por eso no estuvo en la entrega de premios todo lo efusivo que se podía esperar.

Se intuía dureza argentina y la hubo. Sus opciones para ganar pasaban por “ensuciar el partido”, tal y como señaló su entrenador en la previa, y vaya si lo hicieron. Desde el pitido inicial, fueron al límite en todas las acciones y lo que sorprende es que acabaron con 11 jugadores sobre el campo. Kanneman, Ortigoza o Mercier se van con una derrota pero habiendo rascado bien al Madrid.

Nuestra opinión. En un partido de dos mundos bien distintos (las finales igualadas ya serán muy difíciles de recuperar por la tremenda diferencia de nivel entre los equipos europeos y sudamericanos), el Madrid conquistó el único título que le faltaba. Lo hizo gracias a su oficio y con varios aspectos que no le suele fallar en las finales como son los cabezazos de Ramos o los goles de Bale.