La doma vaquera, una disciplina muy española

La doma vaquera proviene de las tareas en el campo con el ganado vacuno. Esta disciplina ecuestre es un tipo de equitación de trabajo que consiste en realizar un seguido de ejercicios dentro de un cuadrilongo (más o menos como la doma clásica). Del caballo, igual que del jinete, se requiere que sea ágil, diestro y que muestre soltura en la consecución de los ejercicios.

Lo más interesante de la doma vaquera es que se trata de una disciplina con infinidad de variantes, no debemos olvidar, tal y como hemos explicado, que la doma vaquera nace de la actividad con el ganado, por lo que no es de extrañar que se practique allí en donde hubo, o hay, reses bravas. Encontramos infinidad de estilos dentro de la disciplina, desde la equitación de trabajo italiana, pasando por la equitación portuguesa, hasta la equitación western, muy típica del oeste y sur de Estados Unidos. Se trata, por tanto, de una práctica muy ligada al territorio y a la cultura.

A pesar de no contar con la popularidad del salto de obstáculos, la doma clásica o el concurso completo, la doma vaquera goza de buena salud en nuestro país, sobretodo en el sur, de donde es originaria. Cabe recordar que en el norte de España, los pastos solían guiarse a pie por las irregularidades del terreno, por lo que la tradición no se desarrolló. Los Pura Raza Española son, sin lugar a duda, los caballos insignia de la disciplina, una prueba más de su vínculo con el territorio.

Si hay un nombre dentro de la disciplina que cabe destacar es el de Rafael Arcos, cinco veces ganador del Campeonato de España de doma vaquera y vigente campeón. El jinete se encuentra a cuatro oros de igualar la hazaña del histórico Joaquín Olivera Peña, nueve veces campeón de España y el mejor jinete de la historia de doma vaquera. Si todavía no has disfrutado de la disciplina hípica española por excelencia… ¡Ya estás tardando!