ATP World Tour Finals 2016: La influencia de Nadal en el número uno de Andy Murray

La influencia de Rafa Nadal en la era moderna del tenis mundial está fuera de toda duda. El balear ha sido capaz de destronar a Roger Federer de lo más alto y mantener una tremenda rivalidad tanto con el suizo como con Novak Djokovic, con cimas reconocibles en la historia de este deporte como la final de Wimbledon de 2008 o la cota de nueve Roland Garros. Ahora, alejado de los puestos de cabeza de la ATP -a partir del lunes será noveno cuando se haga oficial el ascenso de Dominic Thiem a la octava plaza-, puede parecer que su influjo se ha visto mermado, pero no es así.

El actual número uno del mundo, Andy Murray, lo es en parte gracias a los consejos de Rafa Nadal. Ésa es la opinión convencida de alguien que conoce al tenista de Dunblane de primera mano: su propia madre. Para Judy Murray, la figura de Nadal ha sido clave en el desarrollo de su hijo menor -tiene un año menos que el doblista Jamie-. En una entrevista publicada por el diario suizo Tribune de Genève, desgranó cómo ha sido el camino hacia la cima para Murray, que se encuentra en Londres intentando defender su posición como dominador del tenis mundial ante Novak Djokovic, y hace hincapié en su etapa de juvenil, en la que se empezó a perfilar como un tenista a tener muy en cuenta.

Jamie precedió a Andy y fue a un centro [de entrenamiento] nacional, no fue la mejor solución para él. Andy inmediatamente dijo que no seguiría este camino. Aprendimos de nuestros errores y entonces nos fuimos a Barcelona. Allí, Andy le debe en parte a Rafa Nadal. Compartieron torneos de juveniles y Rafa le dijo cómo funcionaba todo en España: el buen tiempo, las pistas, los entrenadores de calidad, el mayor nivel, jugar cuatro horas al día... Todo lo que no existía en Gran Bretaña. Dos meses después visitamos la academia Sánchez-Casal”, rememora la madre de Murray en dicha entrevista. El error en la planificación de la carrera de Jamie, unida a la incipiente y sana rivalidad con Nadal en torneos de categorías inferiores terminaron suponiendo los cimientos para que hoy se haya cortado la racha de más de cien semanas consecutivas de Djokovic en el número uno.

La escasez de centros formativos en Gran Bretaña y, particularmente, en Escocia impedían que Murray pudiera desarrollar todo su talento, y aún hoy Judy Murray tiene palabras de reproche para la organización del tenis en su propio país: “En Escocia [Andy] era el pez grande, aquello no era bueno para su progreso, su verdadera obsesión. En Barcelona era el pez pequeño que debía crecer. Era perfecto, exactamente lo que quería. Hace nueve años que Andy está en el top 5 y no hay más que un centro de tenis nuevo construido en Escocia. Uno sólo en nueve años”, se lamenta.

El hecho de que el actual líder de la ATP haya madurado como tenista en España habla muy bien de las instalaciones que hay en el país, lo que contrasta con la situación del tenis nacional, que no encuentra un relevo de garantías para Rafa Nadal o para David Ferrer. El balear sigue siendo el jugador con mejor ranking, aún entre los diez mejores, pero sólo Roberto Bautista parece en disposición de alcanzar ese nivel a corto plazo, y a medio plazo aparece el nombre de Pablo Carreño como figura puente entre la generación más exitosa de la historia del tenis nacional y la nueva hornada, que debería estar liderada por Jaume Munar y Nicola Kuhn. Las palabras de Judy Murray alabando las buenas condiciones de España para la práctica del tenis deberían alentar a que se fortaleciera el trabajo de base para retornar a la hegemonía del tenis mundial. Nadal es consciente de esta situación y recientemente abrió su propia academia en Mallorca. El campeón de nueve Roland Garros está en disposición de seguir fabricando números uno que deleiten a la afición.