Blog De la Calle: La Guerreira da Barra da Tapera

Allí vivía la familia de Jose Pereira, que durante seis meses daba de comer a sus cinco hijos (Renato, Teliana, Leila, Junior y Valdelice) lo que recogía del campo: maíz, frijoles y yuca. Cuando apretaba la sequía se marchaba a cortar caña para sacar la casa adelante. Después llegarían dos hermanos más, Juliana y Renan. Otra hermana murió deshidratada por falta de asistencia médica porque en el vecindario no había hospital al que llevarla. Tampoco había escuela a la que ir.

Hasta que en 1991 su padre decidió visitar en Curitiba a un hermano y este le ofreció trabajar en la construcción de una academia de tenis en el barrio de Santa Felicidade. Al finalizar la construcción, el propietario, el francés Didier Rayon, decidió contratar a Jose como conserje para que se ocupase de que todo funcionase en la academia. Aquello significó un salto enorme en la vida de los Pereira. Los niños comenzaron a ir a la escuela y a frecuentar la academia para ayudar a su padre. Teliana hacía de recogepelotas y se ganaba un dinero que venía muy bien en casa. Los Pereira descubrieron el tenis y se volcaron en la práctica de este deporte hasta el punto que Jose Pereira Junior ha llegado a hacer carrera profesional y ronda la posición 400 de la ATP. El mayor, Renato, vio potencial en su hermana Teliana, a la que empezó a entrenar. Con 12 años ya ganaba a las chicas de 18, pero la deficiente alimentación la hacía competir en desigualdad de condiciones.

Sufrió dos operaciones en su rodilla derecha, en el cartílago y en el menisco. Lo que provocó, además de un parón de dos años, la marcha de los pocos patrocinadores que tenía. Pero entonces, diez amigos suyos de Curitiba reunieron el dinero suficiente para que pudiese viajar a los torneos menores más cercanos. Con lo que ganó en ellos fue ampliando su radio de juego a base de mucho sacrificio e interminables palizas de autobús cruzando media Sudamérica. Un día, jugando en Perú, en 2006, se quedó sin dinero y pasó más de 24 horas competiendo sin comer hasta que Rayon, el propietario de la academia, le pudo enviar dinero. "Creo que nadie en el circuito profesional del tenis tiene unos orígenes tan pobres como los de Teliana", apunta Didier.

Sumando propinas, préstamos de amigos y alguna espléndida aportación de socios de la academia, como aquel que le pagó un avión para ahorrarse el autobús, Teliana fue acumulando títulos en el circuito TIF, las series secundarias del circuito mundial. Acumulando 22 triunfos individuales y otro buen número de ellos en dobles. En 2013, ya recuperada de la rodilla, se convirtió en la primera mujer brasileña desde 1990 que se metía en el top 100 del ránking de la WITA. Y en 2015 conseguía conquistar dos títulos del circuito profesional. El primero en abril, en Bogotá, lo que convertía a Pereira en la primera brasileña en ganar un título de primer nivel desde que Neige Dias lo hiciera en 1988. Entre sus victorias más sonadas destaca una lograda ante Francesca Schiavone en 2010 en Roland Garros. Para ella París tiene algo mágico porque "la tierra batida es mi superficie favorita. Quizás me recuerda a la arena del patio en el que jugaba en Pernambuco".

Tres meses y medio después de lo de Bogotá se colaba en la final del torneo de Florianópolis, a 190 kilómetros de su casa, con toda su familia y Guga Kuerten en las gradas animando. Teliana estaba lesionada, pero recuerda perfectamente los instantes previos a la final: "Pensé: 'Tengo que jugar mi segunda final, mi familia está aquí, hay mucha gente de Curitiba que ha venido a verme'. Tenía que jugar lo mejor posible. No podía abandonar y decepcionarles. Y saqué mi alma de guerrera. Eso es lo que me define como tenista, mi lucha".

Después de aquello, Teliana pidió a su madre algo que llevaba tiempo madurando: "Le dije a mi madre: 'Tenemos que volver a Barra da Tapera, en Pernambuco. Tengo que ver de dónde he venido y no puedo olvidar esto'. Así que fui a ver a mi ciudad y el lugar del que procedo. Allí pude sentir muchas cosas y empezar el año más fuerte".

Lo primero que hizo con el dinero ganado en ese 2015 triunfal, que ascendió a 320.000 dólares, fue "comprar una casa grande, con agua y con luz, a mi madre. Bueno grande no, pero es perfecta para mi familia. Ahora ya tenemos todo lo que nos hace falta". Teliana ha sufrido algunas derrotas inesperadas en el inicio de este 2016 cuya hoja de ruta en el primer semestre es Charleston-Bogotá-Rabat-Madrid-Roma-Estrasburgo-Roland Garros. Eso ha provocado que cayese del puesto 55 al 86, lo que la ha hecho perder el liderato honorífico de tenistas latinas en el ránking, que ahora ostenta la portorriqueña, Mónica Puig. Sin embargo, Teliana Pereira tiene marcado en el calendario una cita por encima de cualquier otra: los Juegos Olímpicos de Río. Allí representará a sus compatriotas ante su familia y amigos. Y allí demostrará que es una luchadora, porque como la gusta recordar con una enorme sonrisa en su bonito rosotro aniñado: "Estoy más orgullosa de las dificultades que superé en la vida que de los títulos que gané". Así es Teliana Pereira, la guerreira de Barra da Tapera.