La brasileña Haddad dice que la poca logística perjudica al tenis en Latinoamérica

Sao Paulo, 19 jul (EFE).- La tenista brasileña Beatriz 'Bía' Haddad, número uno del país y una de las tres latinoamericanas del 'top-100' mundial, afirmó que la falta de logística para los desplazamientos entre países dificulta el intercambio deportivo en la región y eso se ha reflejado en resultados discretos.

"Las distancias recorridas por los europeos y los latinoamericanos en el tenis son muy diferentes", una situación que se refleja en la preparación e incide en los resultados discretos del tenis latinoamericano en los últimos años, principalmente en la rama femenina, señaló Haddad en una entrevista concedida a Efe.

Haddad aparece como la segunda raqueta latinoamericana en el ránking mundial de la Asociación Femenina de Tenistas Profesionales (WTA, por su sigla en inglés) en la casilla 81, detrás de la puertorriqueña Mónica Puig (68) y un por delante de la paraguaya Verónica Cepede Royg (84), las únicas del llamado 'top-100'.

"En Europa, uno puede vivir en Alemania, tomar un tren y disputar un torneo en Francia. Si uno se cansa consigue volver fácilmente para casa. Yo, por ejemplo, juego trece semanas seguidas (fuera de casa), lo que para ellos es impensable", comparó la brasileña de 21 años.

Esas dificultades se traducen en la poca presencia de latinoamericanos en el tope de las clasificaciones mundiales, principalmente de mujeres, después de que a finales de los noventa Argentina, Colombia y Venezuela tenían siempre varias de sus tenistas entre las cien mejores del mundo.

"Los europeos pueden entrenar entre ellos sin problema, pues están siempre muy próximos. En cambio si yo quiero entrenar con una tenista de Curitiba (sur de Brasil), por ejemplo, tengo que viajar, pagar hospedaje, llevar técnico, preparador físico y todo se vuelve muy caro", apuntó la deportista.

A esas dificultades logísticas se suma el poco apoyo financiero que el tenis recibe de la gestión pública y de las iniciativas privadas, si se compara con otros deportes como el fútbol.

No obstante, Haddad destacó el gran potencial que tiene Brasil en el tenis y en otros deportes.

"Nuestro país es muy grande y diversificado. Existe una diversidad cultural y hasta mismo física muy grande. Aquí hay mucho talento perdido en virtud de las dificultades en llegar de un lado a otro", dijo Haddad, la primera brasileña en conseguir una victoria en el cuadro principal de Wimbledon.

En el reciente Grand Slam británico, Haddad derrotó en la primera ronda a la británica Laura Robson y opuso resistencia en el partido siguiente a la rumana Simona Halep, la número dos del mundo.

La brasileña heredó su pasión por el tenis de la familia, en la que su abuela, hoy con ochenta años y que todavía practica el deporte, pasó el testigo a sus hijas, que fundaron una escuela de iniciación deportiva en la que Haddad, la nieta, tuvo su primer contacto con la raquetas.

A los catorce años, después de practicar otros deportes, Haddad dejó su familia y su natal Sao Paulo para instalarse en Camboriú, en el litoral del sureño estado de Santa Catarina, y entrenarse en la región del emblemático tenista brasileño Gustavo 'Guga' Kuerten.

En la actualidad, Haddad se entrena más en Río de Janeiro y su preparación comenzó a dar los mejores resultados este año, en el que además de su actuación en Wimbledon, llegó al cuadro principal del Roland Garrós en París y logró los títulos de los ITF de Clare (Australia) y Cagnes-sur-Mer (Francia).

Además de tener como referente a 'Guga' Kuerten, Haddad reveló su admiración por el español Rafael Nadal, al que calificó como un tenista de "otro planeta, con una energía fantástica y una capacidad increíble de superación", y entre las mujeres expresó que quiere aprender mucho del juego de la checa Petra Kvitova.

El propio Kuerten ya manifestó que Haddad puede llegar al 'top-50' este año.

"Es una honra escuchar eso de un maestro del tenis, pero tengo los pies en la tierra, pues el camino es muy largo y el tenis es un deporte de muchas altas y bajas, expectativas y frustraciones. No es bueno pensar muy lejos, pero sí en entrenar y evolucionar cada día", comentó la tenista.

También resaltó el legado de María Esther Bueno, brasileña que en los años sesenta ganó trece torneos del Grand Slam, fue número uno del mundo cuatro años y por sus resultados aparece como la mejor latinoamericana en la historia del tenis.

"María Esther es un icono del tenis clásico, en una época en la que no existía ese apelo comercial y mediático. Yo crecí con la figura de Guga, pero admiro mucho a María Esther", aseveró.

La preparación y el entorno personal de Haddad se facilitan, en gran parte, con el noviazgo que tiene con Thiago Monteiro, otra de las promesas del tenis brasileño y que entiende mejor que nadie la rutina del deportista profesional.

Con buen desempeño en el polvo de ladrillo a lo largo de su carrera, la brasileña manifestó que no tiene un tipo de cancha preferida, pues también rindió en las duras y en el césped, como lo acaba de hacer en Londres.