Mutua Madrid Open 2017, Thiem-Nadal: Que no pare la fiesta 6-7 y 4-6

Rafa Nadal: Con las dejadas grabadas a fuego y sabedor del gusto del rival por jugar dos o tres metros por detrás de la línea de fondo, el campeón español apostó por descoser a Dominic Thiem por ahí. Guión al que acompañó con constantes golpes de derecha sobre el revés a una mano de su oponente. Tardó en tomar el mando de la situación, pero lo hizo con autoridad según fueron pasando los juegos. Maduró el partido y estuvo brillante en los momentos decisivos. Especialmente en el segundo set. Volvió a recordar al mejor Rafa Nadal. Al de las grandes ocasiones.

Dominic Thiem: El potencial del jugador austriaco es descomunal, pero le faltó determinación y algo de suerte para doblegar a todo un Rafa Nadal en casa y sobre tierra batida. Aunque es bien cierto que la altura de Madrid y la inercia ganadora que le ha acompañado en este Mutua Madrid Open subieron mucho sus opciones en esta final, donde dispuso de varias bolas de set para cambiar la historia del duelo. No lo hizo y por ahí se le fue el envite. Su consistencia de fondo de pista y un buen saque fueron sus grandes valedores en el partido. Brilló pese a no ganar.

80 minutos. Eso duró un primer set en el que hubo absolutamente de todo. Un arranque dubitativo de Rafa Nadal. Con muchos errores no forzados e imprecisiones, que permitieron a Dominic Thiem tomar una clara y rápida ventaja en el marcador. Un ecuador igualado, tras una valiente reacción del jugador español basada más en garra y ambición que calidad tenística. Y un desenlace de fuegos de artificio. Con los dos tenistas desatados y todas las armas sobre la mesa. Hubo tres bolas de set salvadas por el jugador austriaco que llevaron la primera manga a la muerte súbita. Hubo un tie break con bolas de set levantadas por ambos tenistas e intercambios de poder a poder. A Rafa Nadal le bastó ser un poco mejor que su rival en el momento decisivo para apuntarse el primer set. Aunque también hubo un poco de suerte.

Arrancó la segunda manga con un rápido break del campeón español. Una situación que le permitió soltar algo su juego y desempolvar todos sus golpes de fondo de pista para ser más dominador y correr menos riesgos al servicio. Ahí se encontró más cómodo, pero una vez más su rival se encargaría de ponerle en apuros. El último juego del duelo fue una oda al tenis. Un canto al deporte de la raqueta. Con bolas de partido y de break por doquier. Con dos jugadores lanzados y un público entregado a la causa local. A Rafa Nadal, que además cerró el partido con una volea de ensueño a la que no pudo llegar Dominic Thiem. Digno rival de una gran final que puso punto final a diez días de tenis en este Mutua Madrid Open.

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