Roland Garros 2016, Djokovic-Murray: Entrar en el Olimpo (3-6, 6-1, 6-2 y 6-4)

Novak Djokovic: La ansiedad de poder mirar de igual a igual a Roger Federer y Rafa Nadal, fue en el pasado una losa para Novak Djokovic. Que hoy rompió un tabú. Cerró el círculo y completó el Grand Slam. El tenista de Belgrado, tras caer en tres finales en París, se llevó el título en Roland Garros y ya tiene los cuatro Grandes en sus vitrinas.

Tras esa victoria, Novak Djokovic une su nombre al de Donald Budge, Fred Perry, Roy Emerson, Rod Laver, Andre Agassi, Roger Federer y Rafa Nadal; los únicos jugadores que han completado el Grand Slam en la historia. El tenista serbio ya es por derecho uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.

Andy Murray: De más a menos. El jugador escocés llevó el partido a su terreno para ir perdiendo el control según transcurría el mismo. La velocidad de bola y el alto ritmo de juego acabaron pasando factura a Andy Murray, que fue excesivamente defensivo y no encontró un plan B cuando perdió la iniciativa del juego.

Qué inicio de partido. Qué paradoja. Novak Djokovic entró en pista como un auténtico titán. Lanzado y firmando un break en blanco tan inesperado como demoledor. Un guión soñado. Un arranque perfecto. Y desde la incertidumbre y la sorpresa se rehízo Andy Murray para darle la vuelta a la situación. Lo hizo desde la calma. Durmiendo el partido. Con un tenis defensivo y constante, que desconcertó al número uno del mundo. Reaccionó el tenista serbio, pero ya era tarde. El set se le fue en 45 minutos. Una manga donde cometió 13 errores no forzados y donde tuvo una polémica con el juez de silla que le recriminó el público de la Philippe Chatrier. Se mascaba la épica, y así fue.

La película cambió radicalmente en el segundo set. Novak Djokovic dio un paso al frente. Empezó a lanzar reveses paralelos y a sacar a Andy Murray de su zona de golpeo. Fue más agresivo. Más valiente, buscando ganadores y golpeando mucho más duro; mientras el tenista escocés veía desarbolada su estrategia. El duelo entró en zona serbia. Más visceral. Con más ritmo, para permitir al jugador de Belgrado apuntarse el segundo set en 35 minutos. Una manga donde Andy Murray cometió nueve errores no forzados por tan solo tres ganadores.

Tras dos sets con unas condiciones de juego algo pesadas, la climatología dio un respiro. La pista , algo más seca y viva; permitió que los golpes de ambos jugadores ganaran en velocidad. El envite entró en barrena, con un ritmo algo desquiciado e intermitente, en el que Novak Djokovic hizo valer sus galones, destapando la caja de los truenos. La precisión con su derecha y la profundidad de sus restos hicieron el resto. Andy Murray empezó a sentirse inferior desde fondo de pista e inseguro con su servicio. Y allí empezó a ganar el partido el jugador de Belgrado que ya solo encontró resistencia en los últimos juegos del envite. Con un Andy Murray a la desesperada, el tenista serbio mantuvo la calma y cerró el partido con autoridad. Lo hizo para hacer historia. Para entrar en el Olimpo del tenis.

NUESTRA OPINIÓN: Novak Djokovic ganó hoy el partido más importante de su carrera. El partido que le permite completar el ansiado Grand Slam. Hoy Djokovic sienta las bases para poder llegar a ser el mejor tenista de la historia. Solo tiene 29 años.

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