Roland Garros 2016: Guy Forget, el hombre que clama bajo la lluvia

Guy Forget no gana para disgustos en Roland Garros 2016. El director del torneo, segundo Grand Slam de la temporada, hizo su primera comparecencia ante los medios de comunicación en el segundo día de competición, después de que en el domingo inaugural se tuviera que trasladar más de la mitad de los partidos programados al lunes por las primeras lluvias caídas en París. En aquella rueda de prensa, Forget habló en términos de respeto al aficionado para pedir mayor celeridad en la construcción del techo retráctil, algo que estaría programado para 2020, dentro de cuatro ediciones.

La lluvia dejó paso a las primeras jornadas con luz solar y el torneo parecía avanzar con relativa normalidad, pero el viernes el director tenía que ponerse frente a las cámaras de televisión para anunciar una noticia que supuso otro golpe para la imagen del torneo. Rafa Nadal, nonacampeón en París, tenía que abandonar antes de su partido de tercera ronda frente a Marcel Granollers por culpa de su muñeca izquierda. El torneo ya había comenzado con la ausencia ilustre de Roger Federer y sin Nadal Roland Garros perdía aún más punch mediático.

La retirada del balear, no obstante, ha sido uno de sus menores dolores de cabeza, pues durante el fin de semana las nubes volvieron a cubrir el cielo de París, condicionando considerablemente la jornada del sábado, en la que hubo un parón de tres horas y media y la señal televisiva se vio afectada a causa del agua. Aun así, nada que ver con lo que sucedió el lunes cuando se suspendió toda la jornada, algo que no sucedía desde el 30 de mayo de 2000. París está viviendo uno de sus meses de mayo más lluviosos de toda su historia, y eso afecta al descubierto torneo de Roland Garros.

Una vez más, Guy Forget apareció para pedir disculpas, con una mezcla de pesadumbre e indignación en su rostro, lo que le llevó a proferir frases grandilocuentes: “Quiero mostrar mi frustración. Todo el mundo sueña con ello y nos vemos obligados a mandar a los jugadores a sus hoteles. En otros torneos no ocurre. En Francia hacen falta dramas para que se tome conciencia de las cosas”, aseguró el dos veces campeón de la Copa Davis con Francia, que durante once años ha vivido todo tipo de vicisitudes, y ahora como exjugador y directivo observa cómo los torneos del Grand Slam se van modernizando mientras Roland Garros se queda atrás. Más que aroma a clásico, Roland Garros comienza a tener una imagen decimonónica y desfasada, a contrapié respecto a los otros grandes.

La oposición al techo retráctil no llega a través de la Federación Francesa de Tenis, ni siquiera del Ayuntamiento de París o del gobierno central, representado por el Ministerio de Deportes, sino por la oposición de los vecinos. El pasado mes de enero se produjo una manifestación que no llegaba al millar de personas en las inmediaciones del Jardín des Serres de Auteuil, en la que estaban representados varios grupos ecologistas e incluso representantes locales del Partido Socialista francés. Forget está convencido de que el bloqueo actual terminaría con la concesión de los Juegos Olímpicos a la ciudad de París para 2024, pero mientras tanto seguirá clamando en el desierto lluvioso que se ha convertido la Philippe Chatrier, esperando por un techo retráctil que no termina de llegar y mirando con cierta envidia a Londres, donde el clásico torneo de Wimbledon sí se ha adaptado plenamente al siglo XXI manteniendo su sabor añejo. Es la gran asignatura pendiente de Roland Garros.