La opinión de Fernando Gómez | 28, 29 y 30: Mi último Roland-Garros

En aquella primera edición era empleado de TVE y no llegué a narrar ningún partido, sino que me encargué, como quedado especial en Torrespaña, de asegurar que si fallaba el sonido de los narradores desplazados a París yo les sustituiría y al mismo tiempo elaboraba vídeos con los partidos de los jugadores españoles y comentaba el resumen de cada jornada. En las siguientes líneas voy a destacar los principales protagonistas que he encontrado en el que ha sido mi libro de ruta laboral de los últimos quince días, bastante similar al de los dos años anteriores, de ahí el título numérico elegido. Voy a escribir sobre jugadores que apenas si han recibido atención de los medios de comunicación, pero que han estado en mi Roland-Garros televisivo en Eurosport.

Vamos de lo más reciente a lo más lejano. Mi primer héroe es menor de edad. Tiene apenas 17 años y 36 días, pero tras ganar el sábado la final individual de silla de ruedas en la modalidad de Open (compromiso total o parcial de una extremidad inferior) se ha convertido en el jugador masculino más joven en la Era Profesional (desde 1968) del tenis en acceder al número uno de su clasificación mundial. Se llama Tokito Oda y derrotó en la final por 6-1 y 6-4 al que ha sucedido en el ático de la clasificación, el británico Alfie Hewett, que le había vencido en el partido de la definición en el pasado Abierto de Australia. Oda también es el campeón de un evento de Grand Slam más joven, exceptuando las competiciones de júnior y la victoria de la suiza Martina Hingis en el Abierto de Estados Unidos de 1997 con 16 años y 342 días.

El siguiente gran recuerdo me lo llevo de Ivan Dodig el jueves. El croata ha sido el vencedor en la modalidad de dobles junto al estadounidense Austin Krajicek, quien se ha aupado al primer puesto de la clasificación ATP como doblista, después de haber sido subcampeones en 2022. En la final derrotaron a los inexpertos belgas Sander Gillé y Joran Vliegen, pero el encuentro que les narré fue su duelo de semifinales ante el barcelonés Marcel Granollers y el argentino Horacio Zeballos. Esta vez no me ha tocado en el reparto ninguna de las cinco principales finales, en contraste con el Abierto de Australia de 2015, en el que narrando o comentando participé en todos los últimos partidos de los cuadros más importantes. Algo que no había pasado antes y no he vuelto a repetir ni yo ni ningún otro periodista español de televisión. Fue, sin duda, un momento marcado en los 82 torneos de Grand Slam que he cubierto para televisión y radio. Regresando al doble masculino de 2023 en París, Zeballos y Granollers volvieron a perder en la misma penúltima ronda que el año anterior y frente a la misma pareja. Esta vez cedieron por 6-3 y 7-6 (3) al final de un encuentro en el que solo concedieron a los futuros campeones una sola oportunidad de break, pero no aprovecharon ninguna de las 7 que tuvieron a favor, tres de ellas fueron de set. Como curiosidad, este encuentro reunió a tres jugadores que en individuales habían progresado después de quedar emparejados con Rafa Nadal en un cuadro. El español incluso en Roland-Garros. Fue en la tercera ronda de 2016, que no llegó a iniciarse por lesión de muñeca del balear. A su vez, Zeballos tiene el honor de ser el único jugador fuera del llamado Big Three (Nadal, Novak Djokovic y Roger Federer), que ha remontado al 14 veces ganador de Roland-Garros una final en tierra batida. Fue en Viña del Mar en 2013. Y, por último, Dodig (criticó en la ceremonia de vencedores a la organización por el trato recibido en los transportes durante el torneo), el mejor jugador de esta semifinal, también doblegó a Nadal en un duelo individual. Fue para meterse en los octavos de final del Masters 1000 de Montreal 2011.

La siguiente mención me lleva de nuevo a alguien de la delegación japonesa, Miyu Kato. La nipona había padecido un protagonismo no deseado cuando golpeó involuntariamente con una pelota que no estaba en juego a una niña recogepelotas, que comenzó a llorar producto del susto recibido. Kato y su compañera, la indonesia Aldila Sutjiadi, fueron descalificadas, en aplicación rigurosa del reglamento de su encuentro de tercera ronda frente a Sara Sorribes Tormo y la checa Marie Bouzkova. El destino quiso que en la semifinal del doble mixto las dos asiáticas volvieran a encontrarse. Kato, asociada al alemán Tim Puetz, saboreó la victoria por 7-5 y 6-0 en apenas 57 minutos ante el dúo integrado por Sutjiadi y el neerlandés Matwe Middelkoop. En el duelo por el título la pareja Kato-Puetz se coronó vencedora tras remontar el primer set perdido a la canadiense Bianca Andreescu y a Michael Venus, de Nueva Zelanda.

Y mis dos últimos nombres propios son los de Ons Jabeur y Karen Khachanov. La tunecina y el ruso fueron los ganadores de los dos partidos de octavos de final individual que narré. Jabeur, doble subcampeona de Grand Slam (Wimbledon y US OPEN 2022), por fin aseguró su presencia en los cuartos de final de su torneo preferido tras doblegar a la estadounidense nacida en Croacia Bernarda Pera por 6-3 y 6-1 al final del curioso choque que abrió la Central el lunes 5 y en el que 12 juegos fueron ganados al resto. Por su parte, el subcampeón olímpico individual superó el día anterior en cuatro sets al italiano Lorenzo Sonego, que le hizo estar muy incómodo durante la primera hora y media de encuentro, según declaró el ruso, el único que había jugado las semifinales en los dos anteriores torneos de Grand Slam. En París se lo impidió el serbio Djokovic, pero esa historia ya se la han contado mis compañeros.