US Open 2015, Konta-Muguruza: Adiós por la pista de atrás (7-6, 6-7 y 6-2)

Johanna Konta. La inglesa mostró tener constancia y tenacidad ante una de las tenistas de moda del circuito WTA. No entregó su brazo a torcer en ningún momento y dejó buenos detalles que harán que a la alumna del entrenador español Esteban Carril se la vigile muy de cerca y, sobre todo, que no se la infravalore.

Garbiñe Muguruza. No ha sido el torneo de la hispanovenezolana. Partía como novena cabeza de serie y terminó cayendo frente a una tenista de ranking inferior que le aguantó el pulso de principio a fin. Supo rehacerse tras ceder el primer set, pero su confianza colapsó en el tercero y último, dejando la situación muy favorable a su rival.

Aterrizó en Nueva York como cabeza de serie y como la gran sensación del circuito femenino tras su meritoria final en Wimbledon, con la bendición pública de Serena Williams, la gran dominadora de la WTA en los últimos años. Tras cuatro días de torneo, Garbiñe Muguruza abandona la Gran Manzana eliminada en la pista 17, la última del complejo de Flushing Meadows, lejos del foco mediático de la Arthur Ashe o la Louis Armstrong. Su punto final lo firmó Johanna Konta, una jugadora guiada por un técnico español varios puestos por detrás de la española en la clasificación mundial.

La igualdad fue máxima durante las tres horas largas que duró el partido, que por momentos fue una batalla de testarudez, con escasas cesiones de los servicios y rápidas correcciones tras los errores. Así, los dos primeros sets se tuvieron que decidir en los tie-breaks, repartidos equitativamente. Ya en el tercero, la fatiga y la falta de confianza abandonaron a Muguruza, mientras Konta se veía cada vez más fuerte ante una de las favoritas. Ni siquiera una acalorada discusión con la juez de silla perturbó a la alemana, que ha protagonizado la caída de una cabeza de serie –una más- en un US Open no exento de sorpresas en el cuadro femenino.

Está fuera de toda duda que Garbiñe Muguruza tiene un futuro prometedor y junto a Carla Suárez puede liderar el tenis femenino español durante los próximos años. No obstante, el gran reto que tiene que afrontar la hispanovenezolana es el de encontrar una regularidad que la mantenga en las instancias finales de cualquier tipo de Grand Slam sin tener en cuenta la superficie. En la WTA, donde la continuidad es un bien preciado, si quiere pasar a formar parte permanente de la élite tendrá que reducir al máximo el número de sorpresas negativas, como la vivida en la mañana neoyorquina.