Wimbledon 2016, Djokovic-Mannarino: Homenaje a Maquiavelo (6-4, 6-3 y 7-6)

Novak Djokovic. Continúa el paso firme de Djokovic en las primeras semanas de torneos grandes, cediendo un único servicio ante Mannarino en segunda ronda. Al tenista serbio no le tiembla la mano por mucho que las sensaciones con las que entra en la pista no sean las mejores. Le sucedió ante el galo pero supo sacar adelante la eliminatoria sin complicarse la vida. Una ronda menos rumbo a la final.

Adrian Mannarino. Cayó en la trampa del Djoker. Cuajó un primer set sensacional en el que defendió su servicio con mucha solvencia, cediéndole muy pocos puntos al número uno del mundo, pero en el momento decisivo, con 5-4 en contra, apareció la versión destructora de Djokovic para darle un mazazo del que no llegó a recuperarse en el resto del partido. Le faltó constancia al francés, que se vino abajo al primer golpe serio de su rival.

Llovía de forma persistente en las instalaciones del All England Tennis Club excepto en la burbuja en la que se ha convertido la pista central desde que tiene techo retráctil, un avance tecnológico necesario en el tenis de élite. Novak Djokovic, como vigente campeón y número uno del mundo, no se verá afectado en absoluto por la climatología, por lo que para él es irrelevante el frío o el calor londinense. Sí fueron relevantes sus ligeras molestias en un hombro, pues en los primeros juegos de su duelo ante Adrian Mannarino se le vio dubitativo, molesto consigo mismo y sin fluidez en su tenis.

El francés se vio ante una oportunidad única a sus 28 años, y comenzó jugando con mucha solidez. Firme en su servicio y complicándole la vida a Djokovic en todo momento, avanzó en el primer set manteniéndole la mirada. Esta fiabilidad no era más que una muestra de la trampa que había tejido Djokovic, que pasó de estar casi lesionado a destrozar a su oponente al resto en un momento decisivo. Con 5-4 apareció la bestia competitiva de Belgrado, propinándole un golpe a su rival que lo dejó noqueado y sin fuerzas para intentar volver al partido.

El segundo set se lo apuntó Djokovic con suficiencia, y los amagos de Mannarino por mantener la tensión competitiva en el tercero no terminaron de cuajar, por mucho que rompiera el saque del serbio y alcanzara el tie break -con resbalón incluido del número uno-. Djokovic sigue con su paso firme y maquiavélico hacia la final de dentro de diez días. El KO de Mannarino es un aviso a navegantes para que no vuelvan a fiarse de las presuntas debilidades del serbio.

No parece haber jugador en el circuito ATP capaz de hacer cosquillas a Novak Djokovic, no al menos en las primeras jornadas de los grandes torneos, en las que la diferencia de ranking hace muy complicada cualquier sorpresa. Djokovic está regulando esfuerzos, consciente de que tendrá que meter una marcha más a su tenis la próxima semana, algo que ya demostró en París que es capaz de hacer con facilidad.