Ilusión se escribe con H

Porque qué mejor que a falta de uno, pudieran bajar los dos la marca de Cayetano Cornet, que en el ya lejano 1989 consiguió ser el primero, y hasta que lo consiguieron por partida doble en Madrid, el único español que sabía lo que era bajar de los 45 segundos en 400 (44.96). Es cierto que Husillos lo hubiera hecho en pista cubierta, con un oro de campeón mundial bajo el brazo, pero la línea interior privó de una gesta con la que solamente se podía soñar hace unos años.

La única duda que queda por resolver es si este duelo podrá repetirse con mayor asiduidad sobre la vuelta a la pista y es que tras la gesta protagonizada por ambos, Hortelano anunció que “con los deberes ya hechos”, su temporada se centrará en los 200 metros, donde en Berlín defenderá la corona europea conquistada hace dos años en Ámsterdam. Una medalla que llegó antes de que un accidente de coche casi acabara con su carrera deportiva, y que finalmente ha conseguido reforzar la figura del mejor velocista español de todos los tiempos. Y es que no hay récord nacional que se resista al ciclón Bruno, que en la actualidad atesora el de 100, 200 y 400, el último con un registro de 44.69.

El atletismo es un deporte de barreras, sobre todo mentales, que hacen que los deportistas den lo mejor de sí mismos para hacerse con un hueco en la historia reservado solamente para los mejores. Por ello, uno no puede evitar pensar en lo que pueden hacer estos dos grandes atletas de aquí a un futuro muy cercano. Husillos lo demostró en Birmigham. En sus piernas descansa la posibilidad de una marca que puede hacer temblar los cimientos del 400 ya no nacional, sino europeo, y es que de no ser por la famosa línea interior de la curva, ya tendría un récord continental en su palmarés. No estaba teniendo un arranque cómodo de temporada de aire libre, pero de un plumazo se ha puesto como el número uno en todas las quinielas para conseguir algo grande en los Campeonatos de Europa de Berlín con una gran marca de 44.73, si es que tras la pista cubierta no lo estaba ya.

Después del despliegue en Madrid, con récord nacional incluido, Hortelano a buen seguro que tiene otro reto en mente, bajar de 20 segundos en los 200. Ya avisó en Hengelo en su vuelta al doble hectómetro con 20.35 en su primera presencia en su prueba fetiche desde que sufriera el accidente en septiembre de 2016. Lo que está claro, es que Bruno ha subido muchos enteros en su estado de forma, y si hay algo que tiene el velocista español es una mentalidad privilegiada para conseguir cualquier cosa que se le ponga por delante, dentro del mundo atlético y en la vida en general, después de la demostración de coraje que día sí y día también está regalando a todos. Una lección constante sobre una pista de atletismo.

La única pena que puede dejar la reunión de Madrid es que, tras las declaraciones de Hortelano, este duelo no vaya a producirse nuevamente en lo que resta de temporada. Está claro que los objetivos de uno y otro residen en dos pruebas distintas, el 200 y el 400, aunque solamente nos queda rogar para que la postura de Bruno cambie, porque el mundo del atletismo probó una píldora de lo que estos dos grandes velocistas son capaces de hacer cuando se encuentra disputando la misma carrera y quiere más. Y quién sabe, podría también existir la posibilidad de que pudieran compartir relevo. Solo de pensarlo hace que se aceleren las pulsaciones de más de uno, y es que el atletismo español ha cambiado y genera más ilusión que nunca.