Juegos Olímpicos 2016: Bolt, sin rival en el 200

Desde el primer metro, Usain Bolt salió lanzado a por la medalla de oro. El jamaicano no dejó lugar a la especulación, y a pesar de que no fue una marca de relumbrón, no vio peligrar en ningún momento su octavo oro.

El récord olímpico del propio Bolt, realizado en Pekín 2008 con 19.30, no corrió peligro en esta ocasión, lo que no quitó lustre a la victoria de Usain Bolt, que sigue escribiendo páginas doradas en su carrera, donde atesora en su prueba fetiche, los 200 metros, el oro mundial en 2009, 2011, 2013 y 2015, la plata en 2007 en Osaka, lo que le dio el primer gran empujón a su vida deportiva, y el récord mundial que arrebató al mismísimo Michael Johnson, hasta dejarlo en 2009 en 19.19.

Por detrás, De Grasse no pudo repetir la marca de las semifinales (19.80), cuando entró riendo con Bolt, sin embargo, conquistó una nueva medalla, esta vez de plata, que mejora el bronce conseguido en los 100 metros. El tercer cajón del podio fue para el francés Christophe Lemaitre con 20.12, mismo tiempo que Bruno Hortelano en las series clasificatorias, que superó en milésimas al británico Adam Gemili, a la postre cuarto. En la final no estuvieron ni Justin Gatlin, principal rival del campeón en los 100, ni Yohan Blake, que quedaron eliminados en las semifinales. Tampoco estuvo el velocista español, que luchó por su presencia en la final en unos Juegos excepcionales, con récord de España incluido.

Con el triplete, Usain Bolt sigue rompiendo moldes y superando sus objetivos en forma de medallas de oro. Ya solamente le quedará el 4x100 con el equipo jamaicano para igualar en títulos olímpicos al estadounidense Carl Lewis, con nueve preseas doradas.

Bolt siempre ha encontrado en el 200 la comodidad para un atleta cercano a los 2 metros de estatura que explota su potencial en la recta final imponiendo su calidad frente a todos sus rivales. Esta prueba, le sirvió para ahogar las penas de la descalificación en la final del Mundial de Daegu 2011 en los 100, y es que desde el 2007, el oro en los grandes eventos deportivos en el 200, solo tiene un nombre, Usain Bolt.

En esta ocasión no hubo triplete jamaicano, como ya ocurriera en Londres 2012, ni tampoco hubo sorpresa alguna en lo que al vencedor se refiere. Aquel muchacho junior que fuera el primero en bajar de los 20 segundos en los 200 en la historia con 19.93, se ha convertido en el velocista más grande de todos los tiempos, en la que posiblemente sea su última presencia olímpica.