La noche en la que Anthony Randolph fue Sergio Ramos

Antes de que los goles de cabeza de Sergio Ramos aparecieran más allá de los minutos noventa de los partidos trascendentales, el Real Madrid (de baloncesto) ya tenía en su iconografía una figura que resolvía de forma milagrosa cualquier tipo de agonía en los grandes escenarios. Sergio Llull ha ganado partidos en la sección blanca de la canasta en los últimos segundos y desde cualquier rincón del campo, pero en la Copa del Rey 2017 ese honor le correspondió al pívot norteamericano Anthony Randolph.

El fichaje estrella del equipo de Pablo Laso el pasado verano anotó un triple agónico a falta de cuatro segundos en el partido de cuartos de final contra el MoraBanc Andorra y gracias a su muñeca (y también a un claro campo atrás no pitado al propio Sergio Llull en esa misma jugada o a la decisión incomprensible de los jugadores andorranos de no cometer una falta para llevar a algún jugador blanco a tiros libres y proteger su ventaja) el Real Madrid forzó la prórroga para acabar aplastando a su rival y, lo más importante, para evitar una sorpresa y/o un ridículo histórico y muy inesperado.

El Real Madrid sigue adelante en esta Copa del Rey 2017 gracias a Anthony Randolph y ese triple a lo Sergio Ramos, y también a los 25 puntos y 27 de valoración de este jugador carne de NBA y protagonista cada semana –o mejor dicho cuando le apetece- de los mejores highlights de la Liga Endesa y de la Euroliga.

Precisamente, Anthony Randolph fichó por el Real Madrid para ser Sergio Ramos en estos momentos críticos y para dar un salto de calidad a una plantilla ya de por sí campeona. Pero el jugador sigue empeñado en diluirse en su propia irregularidad, o lo que es lo mismo, en su propia actitud en ocasiones un tanto egoísta y no del todo comprometida con el peso que supone vestir el escudo blanco. No menos cierto que su adaptación al estilo de juego de Pablo Laso ha sido lenta y ya de por sí es complicada para jugador, más si cabe teniendo en cuenta que en su anterior club –Lokomotiv Kuban- él era la estrella indiscutible y todo el peso del ataque se volcaba en él. Algo que no sucede en este exitoso Real Madrid.

Una Copa del Rey siempre es el escenario perfecto para que un jugador estalle y se dé a conocer en todo el mundo, especialmente ante la atenta mirada de las decenas de scouts NBA que no pierden detalle en el pabellón. Éstos ya saben perfectamente quién es Anthony Randolph porque es un primera ronda del draft, jugó con regularidad en los Golden State Warriors (antes de que fueran el equipo campeón de Stephen Curry) y posteriormente tuvo protagonismo en los New York Knicks, Minnesota Timberwolves y ya menos presencia en Denver Nuggets. En el Buesa Arena de Vitoria aprovechó la oportunidad que ofrece el formato de esta competición y de paso por fin el Real Madrid pudo respirar aliviado de ver como su cara apuesta respondía en una gran cita.

Probablemente Anthony Randolph conocerá a Sergio Ramos aunque no tan bien sus cabezazos, goles salvadores y su peso en el presente y en la historia del Real Madrid. Pero en la polémica victoria blanca sobre el Morabanc Andorra él se vistió de salvador y comenzó a dar los pasos para ser una leyenda madridista, aunque será efímera porque de seguir sacando a relucir su clase y su potencial el club blanco ampliará su palmarés, pero él, Randolph, volverá a una NBA de la que de haber sido siempre Sergio Ramos nunca hubiera salido.