La canción del oro

"Todos los días sale el sol, Felipón". Ese ha sido el mensaje que los jugadores de baloncesto que se han proclamado campeones de Europa han querido transmitir a Felipe Reyes a lo largo de todo el Europeo. No ha sido un torneo fácil para Reyes, que viajó a Lituania con el pensamiento de la muerte de su padre días antes de que la Selección viajara hasta Lituania. A pesar de la triste noticia, el pívot español se ha conseguido concentrar en el campeonato gracias al gran apoyo que le han brindado sus compañeros.

Y es que los de Scariolo siempre han sido una piña, como ya han demostrado en incontables ocasiones en las que han desvelado cuáles han sido sus actos más cotidianos dentro de las concentraciones de la Selección. Esta amistad y 'buen rollo' siempre se ha transmitido en canciones, y en esta concentración el tema interpretado por Bongo Botrako ha servido para unir al grupo alrededor de un jugador que necesitaba el apoyo de todos los que le rodeaban.

La letra original de la canción, "todos los días sale el sol, chipirón", ha sido modificada por el resto de jugadores españoles para animar a Reyes hacia la senda del oro, y 'Felipón' se ha convertido en protagonista de la concentración con una canción que ha dado suerte a la delegación española, que ha acabado alzándose con el oro tras completar un espléndido campeonato en el que ha sabido superar todas las dificultades que se le han presentado.

La canción de la que ha sido protagonista Felipe Reyes sustituye a la que fuera talismán de la Selección en el año 2006, cuando se alzaron con el Mundial de Baloncesto disputado en Japón. Por entonces todo el grupo se desató a cantar la composición del cantautor Ricky López titulada 'El busto es mío', canción con un simpático toque de humor ácido.

En el campeonato de Japón también se popularizó entre los españoles el juego de 'la pocha', que sirvió de conexión entre un grupo que demostraba que el buen ambiente dentro de la concentración en la que están sumidos con altas dosis de presión resulta fundamental. Sin embargo, en el presente Eurobasket disputado en Lituania, el juego de cartas que ha ido ganando terreno a la ya famosa 'pocha' ha sido el poker.

Tal es la necesidad de la unión entre los jugadores, y el papel que representa este 'buen rollo', que la Federación Española de Baloncesto habilitó una habitación especial en los hoteles de concentración para que los jugadores pasaran sus horas libres. Esta zona de juego y entretenimiento sustituyó al ya famoso dormitorio que compartían Pau Gasol y Juan Carlos Navarro, donde los jugadores se reunían para pasar el tiempo juntos.

Lo cierto es que pocas cosas han cambiado. El buen ambiente ha seguido siendo clave para la Selección, y en este Europeo lo ha sido especialmente para un jugador que necesitaba el apoyo más cercano que ya de por sí han demostrado que por muchos baños de oro que lleguen nunca perderán su lado más humano.