Rusos y lituanos jugarán el partido de la decepción

Belgrado, 19 may (EFE).- CSKA Moscú y Zalgiris serán los teloneros de la gran final de la Euroliga, los protagonistas del partido de la decepción, porque llegados a este punto luchar por el tercer y cuarto puesto parece poco premio después de ocho meses de trabajo y de haber llegado tan lejos.

Apenas 48 horas después de haber perdido el pase a una final, rusos y lituanos tendrán que recomponerse y luchar en un partido que nadie quiere jugar de antemano y en el que el premio económico que reparte la organización es casi baladí.

El CSKA llega a esta tesitura por segundo año consecutivo -el año pasado venció al Real Madrid y fue tercero- y el Zalgiris es nuevo en estas lides.

La tradicional rivalidad entre rusos y lituanos parece también poca épica a la que agarrarse, aunque cuando de equipos ganadores se trata, cada partido es una oportunidad y una victoria permite seguir con la temporada doméstica en mejores condiciones.

El Zalgiris no pudo superar la defensa del Fenerbahce que coartó una de sus principales armas, el lanzamiento triple, mientras que el CSKA se quedó sin ideas en cuanto el Real Madrid le igualó en defensa y en dureza sobre la pista.

Ser tercero de la Euroliga no está al alcance de todos y aunque no es un título en sí, es una distinción que, con el paso del tiempo, puede tener su valor.