Juegos Olímpicos Tokio 2020, Baloncesto | Lo que viene: Francia busca romper la hegemonía de Estados Unidos

La evolución de los americanos durante el torneo ha sido muy positiva. Sus dudas en el preolímpico y la derrota en el primer partido ante el que es ahora su rival en la final le pusieron los pies en el suelo. Un golpe de realidad que hizo crecer colectivamente al equipo desempeñando un juego muy coral y con gran acierto desde el perímetro. Además del liderazgo de Durant como máximo anotador acompañado por Tatum y Booker, destaca el papel que está teniendo Jrue Holiday. El base de los Milwaukee Bucks está promediando 12 puntos, 4,8 rebotes y 4,4 asistencias siendo vital en los momentos finales del partido. Su defensa de perímetro a jugadores como Fournier o Nando de Colo se antoja esencial para que los estadounidenses no sufran más de lo esperado.

Sin embargo, el partido contra Australiavolvió a sembrar dudas de esta superioridad y de cómo afronta Estados Unidos los partidos. 27-41 era el marcador a favor de los australianos a mediados del segundo cuarto de las semifinales. El equipo de Popovich se vio totalmente superado siendo muy inferior a su rival. Aunque el talento individual de Durant y Booker solventaron la clasificación con un 48-14 en apenas quince minutos, su pasividad en tramos largos del partido pueden jugarles una mala pasada. El abuso de confianza y la falta de acierto desde el perímetro son los pocos handicaps de un Dream Team que casi no tiene fisuras. Son los favoritos y ejercerán como tal.

Francia está en la final olímpica por méritos propios. Tras su victoria ante Eslovenia con el espectacular tapón de Batum, los franceses vuelven a colgarse una medalla en esta disciplina 21 años después, concretamente desde Sídney 2000. Una final histórica donde intentarán una nueva machada y ganarles por tercera vez consecutiva, algo que ninguna selección ha conseguido anteriormente. En su victoria en la fase de grupos, el equipo de Vincent Collet demostró su gran poderío físico y su estilo de juego rápido y anotador, muy similar al que practican los norteamericanos. Es por eso que sus opciones resultan mayores en comparación con otros equipos.

La veteranía de los NBA Fournier, Gobert y Batum, el talento de perímetro de Nando de Colo (25 puntos en la semifinal) y Thomas Heurtel y la profundidad de banquillo con jugadores como Yabusele o Luwawu Cabarrot hacen de este equipo un rival muy peligroso. Sus principales inconvenientes son la falta de regularidad durante los partidos. Tanto en cuartos de final como en las semifinales no supieron resolver el partido y sufrieron más de lo necesario. Tienen calidad para decidir partidos ajustados, pero contra EE. UU. puede que no sea la estrategia adecuada. Fournier y De Colo tendrán que estar al nivel de las semifinales, y con un Gobert imponiéndose en la zona, Francia tendrá alguna opción de conseguir el oro.

Solo EE. UU. o Francia podrán llevarse el oro de uno de los Juegos Olímpicos más imprevisibles de la historia. La madrugada del sábado revelará al nuevo campeón olímpico.