Mundial de Baloncesto 2019: Ricky Rubio se ha hecho mayor cuando España le necesitaba

Ser Ricky Rubio no es sencillo. Siempre fue un adelantado a su edad, superando fases vitales antes de lo que debería. Debutó en la ACB con 14 años, cuando tenía 17 Aíto le llamó para ir a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, y desde entonces su evolución no ha parado. No llega a los 30 años y llevamos viéndole jugar toda la vida. Ricky tenía claro que la cita mundialista era clave. Se ha echado el equipo en la espalda cuando peor lo ha pasado, en la cancha y en las declaraciones. Dejando claro que el proceso que llevaba la selección era el adecuado, manteniendo la sonrisa y la ilusión del niño que conquistó a la NBA, pese a las numerosas críticas que ha recibido porque no tiraba a canasta con acierto, no tenía físico para competir en Estados Unidos, o sus pérdidas de balón.

En los últimos años Ricky Rubio lo ha pasado mal, muy mal, en lo personal por el fallecimiento de su madre. Una pérdida que en lo personal le ha obligado a hacerse mayor de golpe. La madurez personal de Ricky Rubio se ha plasmado en innumerables fundaciones y en la cancha. Afrontando con naturalidad y personalidad los problemas que le han planteado en los últimos tiempos. Cambiar Utah por los Suns en la NBA, superando la decisión del equipo de no 'apostar' por él, una piedra más en el camino, que Ricky ha usado para crecer y en el Mundial, la explosión ha sido total.

Rubio siempre había estado al lado de los veteranos en los equipos. Siempre había sido el pequeño al que todos cuidan y protegen, hasta ahora. En China ha dado el paso al frente que se necesitaba hasta convertirse en el mejor de España en el torneo. Dirigiendo al equipo cuando lo necesitaba, y sacando carácter; nunca una técnica en contra le hizo tanto bien a un jugador. Las estadísticas no reflejan lo suficiente todo lo que influye Ricky en el juego de la selección: 15.9 puntos y 6.4 asistencias.

El base ha convivido con críticas toda su vida deportiva, incluso cuando volvió de una lesión que pudo costarle la carrera. Ahora, lejos de pasar facturas se encarga de mantener la calma y dar tranquilidad a la selección. Con humildad y empatía hacia todos los aficionados al baloncesto: "Va para toda esa gente que de verdad lucha cada día. Esto sólo es baloncesto pero puede ser un ejemplo de vida".