Urdangarin y el Príncipe Felipe no coincidieron en la gran final

Iñaki Urdangarin no quiso perderse la histórica cita en la que España conquistó su segundo Mundial de balonmano, al ganar a Dinamarca (35-19).

El Duque de Palma, un histórico del balonmano, acudió a la cita junto a su esposa la Infanta Cristina, y eligieron sentarse en las localidades VIP. Por su parte, el Príncipe Felipe presidió el palco oficial. Urdangarin, cuya figura retiraron de la web de la Casa Real hace unos días, no vio esta vez el partido desde el palco VIP como en la semifinal ante Eslovenia.

Urdangarin, con un excelso palmarés en la historia de este deporte (bronce en Atlanta 96’ y Sydney 2000’, seis Copas de Europa y diez ligas) ha encontrado en el balonmano una válvula de escape tras ser imputado en caso Noos, siendo el Mundial de balonmano el único evento público al que ha acudido en los últimos tiempos.

El Duque de Palma ya disfrutó del triunfo de España ante Eslovenia, dos días atrás, igualmente desde la grada y acompañado de algunos miembros de su familia. de un modo agridulce del éxito de los chicos de Valero Rivera, con el coincidió en el Barça seis veces campeón de Europa.