Ribera: "No me obsesiona la medalla, pero queremos llegar al último día"

Madrid, 22 jun (EFE).- El seleccionador español de balonmano, Jordi Ribera, no rehuyó, pese al novedoso equipo con el que afrontará los Juegos Mediterráneos de Tarragona, el cartel de favorito en una competición en la que los "Hispanos" buscarán su segundo oro, tras el logrado en Almería en el año 2005

"No me obsesiona la medalla, me obsesiona el trabajo bien hecho, pero está claro que jugamos en casa y tenemos que asumir cierto favoritismo. Aunque estoy seguro de que si lo hacemos bien podemos llegar a ese último día, que es lo que todos queremos", señaló Ribera en declaraciones a la Agencia EFE.

Un camino hacia el oro que, sin embargo, no será nada fácil para el conjunto español, que a la dificultad de rivales como Túnez, el vigente campeón africano, que viajará a Tarragona con todas sus estrellas, deberá añadir el reto de conjuntar a un equipo plagado de caras nuevas.

"La mayor dificultad es el poco tiempo que hemos tenido para trabajar todas la cosas que nos gustaría, pero estoy contento con lo que hemos hecho y ahora hay que seguir creciendo durante la competición", indicó el seleccionador español.

Y es que Jordi Ribera no ha desaprovechado la ocasión para dar la oportunidad a nueva generación de "Hispanos" que estaba llamando con fuerza en los últimos tiempos a la puertas de la selección.

Jóvenes como los extremos Aleix Gómez y Kauldi Odriozola o el pivote Antonio Bazán, integrantes de la selección española júnior que se proclamó el pasado año campeona del mundo, así como el lateral Imanol Garciandia o el portero Nacho Biosca, que se estrenarán con la camiseta de los "Hispanos".

Un jovencísimo grupo al que se encargarán de dotar de una dosis de veteranía, pese a en muchos casos su corta edad, jugadores como Ángel Fernández, Aitor Ariño, Iosu Goñi, Dani Dujshebaev o Adrià Figueras, cinco de los componentes del equipo que llevó a España el pasado mes de enero a su primer oro continental en el Europeo de Croacia.

Experiencia que también deberán aportar el lateral Ángel Montoro, que regresa a la selección cinco años después de proclamarse campeón del mundo, y el pivote Iñaki Peciña, que a sus 30 años se estrena en una convocatoria.

"Está claro que es bueno recuperar jugadores, de la misma manera que es bueno generar nuevos jugadores", señaló Ribera, que destacó el papel fundamental que tanto Montoro como Peciña jugaron en la victoria (30-31) cosechada sobre Polonia en el único encuentro preparatorio para la cita.

"Ha habido una cosa muy buena en estos días de trabajo y es que se ha conformado un grupo, pese a la diferencia de edad, porque tenemos jugadores que acaban de salir de la etapa júnior a otros con 30 años, se ha conformado un grupo, se ha trabajado como un grupo tanto dentro como fuera de la pista", explicó Ribera.

Será un factor fundamental para afrontar un torneo en el que, como recalcó el seleccionador, ha tenido muchas dificultades para conocer no sólo ya el modo de jugar de sus rivales, sino incluso la composición de algunos de los equipos.

"Cuando estás acostumbrado a medir hasta el último detalle del rival, esta claro que es un inconveniente, por eso lo que hay que hacer es fortalecer aquellas cosas que funcionan como grupo, independientemente del rival que tengamos delante, para mantener el nivel competitivo", comentó Ribera.

España tratará de hacerse valer ante Portugal y Grecia en la primera fase de un torneo, en el que Jordi Ribera además de la ya mencionada Túnez señaló a Croacia y Serbia como los principales rivales de los "Hispanos".

"Croacia no viene prácticamente con ningún jugador júnior, al igual que Serbia, que viene con todos los jugadores sénior, es cierto que no son en ninguno de los dos casos los jugadores que estuvieron en el último Europeo, pero son países que siempre tienen jugadores muy competitivos", concluyó el preparador español.