El ciclismo nos regala una lección de Historia: el Caballo de Troya, presente en el Tour de Turquía

El ciclismo se funde con la Historia de la humanidad en numerosas ocasiones, pero especialmente por los recorridos que atraviesa cada etapa. Si abril es el mes de las clásicas belgas y del norte de Francia, donde transcurrieron cruentas batallas en las dos guerras mundiales del Siglo XX, esta edición del Tour de Turquía partió de un lugar donde se libró una batalla más legendaria y que ha sido relatada desde varios siglos antes de Cristo.

Concretamente, la ciudad turca de Çanakkale en pleno estrecho de los Dardanelos, un paso entre el Mar Egeo y el Mar de Mármara. Allí se erigió la ciudad de Troya y en esa ciudad de la Antigüedad se libró aquella batalla cuyos relatos literarios nos cuentan que fue ganada por los griegos gracias a la utilización del Caballo de Troya.

Todo el mundo conoce esta leyenda del Caballo de Troya, aquel caballo de madera gigante que utilizaron los griegos para infiltrarse en su interior en la ciudad y poder vencer a sus enemigos, haciéndoles creer que era un regalo. Estas líneas no son más que un resumen muy simplificado, pero es suficiente para recordar este mito.

En la salida de la tercera etapa del Tour de Turquía 2019, desde esta propia ciudad de Çanakkale, las cámaras no perdieron ocasión de enfocar la estatua del ‘Caballo de Troya’ que fue utilizado en la película que hace unos años protagonizó Brad Pitt.

El ciclismo vuelve a darnos una bonita lección de Historia.