Mundiales 2018: La victoria más grande, Alejandro Valverde por fin tiene su arcoíris

1. Alejandro Valverde (ESP) 6h46:41

2. Romain Bardet (FRA) m.t.

3. Michael Woods (CAN) m.t.

4. Tom Dumoulin (HOL) m.t.

5. Gianni Moscon (ITA) a 13"

6. Roman Kreuziger (CHE) a 43"

7. Michael Valgren (DIN) m.t.

8. Julian Alaphilippe (FRA) m.t

9. Thibaut Pinot (FRA) m.t. 1

10. Rui Costa (POR) m.t

Alejandro Valverde Belmonte: Campeón del mundo, por fin. Tras tres años de circuitos planos y con el dominio aplastante de Peter Sagan, aprovechó la que será su última gran oportunidad. Por fin tiene la victoria que le faltaba, esta vez asumió toda la responsabilidad tras un gran trabajo de España.

Peter Sagan: Cedió su testigo a Valverde, pero demasiado pronto. Se borró a 92 kilómetros de meta. El circuito no era para él, pero su triple corona debió haber estado mejor defendida. Se le perdona porque le entregó la medalla y le hizo la reverencia al Bala en el podio. Momento único.

Romain Bardet: Francia jugó a ganar con dos bazas y perdió. Una plata que no sirve pero que el escalador francés ya sabía de antemano al quedarse mano a mano con Valverde. Tendra pocas ocasiones como esta.

La única victoria que le faltaba, tras su plata en Hamilton 2003 aguantando a los rivales de Igor Astarloa. Entonces era un niño, ahora es un hombre de 39 años que jamás ha perdido el apetito por seguir ganando, especialmente el maillot arcoíris de campeón del mundo. Alejandro Valverde Belmonte ya la tiene, en lo que queda de 2018 y hasta septiembre de 2019 demostrará su clase interminable vestido con el jersey más importante que existe en este deporte.

España hizo su carrera a la perfección. Sagan no era una amenaza en este circuito y el tres veces campeón quedó eliminado muy pronto. Italia jugó al ataque, igual que Holanda, pero los de Javier Mínguez siempre estuvieron en su sitio, y cuando Valverde tuvo que asumirlo todo en la brutal subida final y en ese esprint ante Woods y Bardet no falló.

Levantó los brazos y se echó a llorar, ganando en la que era su última oportunidad y borrando todos esos fantasmas y cúmulos de malas decisiones que le habían impedido vivir este momento.