Pasa por el polígrafo para demostrar que hay ciclismo limpio

Marcel Kittel decidió someterse a una prueba del polígrafo o detector de mentiras para demostrar su limpieza respecto al dopaje. En un reportaje en la revista ‘Sports Bild’, el ganador de cuatro etapas en el pasado Tour de Francia, pretende demostrar mediante este método que la actual generación de ciclistas alemanes y que él particularmente están libres de sospechas contra el dopaje.

Según rezaba este reportaje se controlaron las variaciones de su presión arterial, sus pulsaciones y su respiración cuando era preguntado por cuestiones comprometidas. “Sus valores se han mantenido uniformes en toda la entrevista, y eso es una señal de credibilidad”, dice el artículo según publica el portal especializado ‘Biciciclismo’.

Además, se añade que gracias a esta prueba a la que se sometió Marcel Kittel “nos hace creer que pertenece a una generación limpia”, según el forense contratado por Sports Bild, Holger Leutz.

Alemania es un país donde dos de sus ciclistas más grandes de la década de los noventa se vieron implicados por casos de dopaje. El primero fue el ganador del Tour de Francia de 1997 y gran rival deportivo de Lance Armstrong, Jan Üllrich, quien acabó reconociendo que había recurrido a métodos dopantes para mejorar su rendimiento.

El último escándalo lo protagonizó el esprinter Erik Zabel. Hace unas semanas admitió haberse dopado después de haber estado varios años defendiendo su inocencia tras el caso de su exequipo, el Telekom. Zabel, que seguía ligado al ciclismo profesional como entrenador específico en el equipo ruso Katusha, abandonó su cargo después de confesar.

Además, el caso que acabó de colmar la paciencia del público y los medios de comunicación alemanes fue el positivo por EPO CERA de Stefan Schumacher en el año 2008. Ese año ganó dos etapas del Tour de Francia y portó el maillot amarillo durante varias etapas.

Marcel Kittel es junto a otros corredores como el campeón del mundo contrarreloj y mejor especialista de la actualidad Tony Martin, o los también esprinters André Greipel y John Degenkolb, el rostro más conocido del ciclismo germano.

No obstante, tras los escándalos citados la televisión pública alemana dejó de emitir pruebas ciclistas y especialmente el Tour de Francia. Ávido de tener una mayor credibilidad, Marcel Kittel y la actual generación de ciclistas siguen empeñados en lavar la imagen de este deporte en un país que con la desaparición del equipo Milram en 2010, no cuenta con ningún equipo de la máxima categoría ciclista World Tour.

Kittel y su compañero y amigo John Degenkolb corren en equipo Argos Shimano, que aunque es de origen holandés cuenta con otros compatriotas prometedores como Simon Geschke. Este joven equipo es conocido y reconocido en el pelotón profesional por sus valores y defensa de un ciclismo limpio y libre de doping. De ahí que su máxima figura haya accedido a este tipo de reportaje con tal de que los alemanes recuperen la credibilidad en este deporte.