David Albelda, de capitán del Valencia a capitán ciclista

De mandar en el centro del campo del Valencia Club de Fútbol a sufrir en el sillín de su bicicleta Pinarello. David Albelda cambió, y casi esprintando, el brazalete de capitán del equipo de su vida por su otra gran pasión: el ciclismo. Desde hace unos meses el exfutbolista entrena prácticamente a diario e incluso no ha vuelto a jugar a fútbol y está preparando a conciencia su primer gran reto como cicloturista: La marcha Quebrantahuesos (200 kilómetros en una etapa pirenaica desde Sabiñánigo, Huesca).

Y toda esta preparación la hace junto al exciclista profesional Adrián Palomares. Tras su retirada quiere seguir ligado al mundo del ciclismo y a falta de definir su futuro profesional tiene varios proyectos de marcas deportivas y trabaja activamente con la federación valenciana en proyectos de cantera. Trece temporadas como profesional en equipos portugueses y españoles, ganador de una etapa del Tour de Gran Bretaña, premio a la combatividad en La Vuelta 2011 y siempre luchando en las fugas, el valenciano se ha convertido en el mejor guía de Albelda sobre la bicicleta.

Este pasado sábado 31 de mayo coincidieron en la segunda edición de la marcha La Titánica, un durísimo recorrido montañoso de 184 kilómetros por el interior de Castellón. Albelda, siempre a rueda y bien guiado por Palomares, y acompañado también por otro gran excapitán Valencianista como Paco Camarasa, completó el exigente trazado en poco más de seis horas y cincuenta minutos. Un tiempo notable que deja entrever que el exfutbolista está más que preparado para afrontar la Quebrantahuesos con garantías.

Adrián Palomares conoció a David Albelda el pasado otoño, cuando éste ya había colgado las botas y el ciclista estaba también recién retirado tras su última experiencia en un equipo holandés. Desde entonces, empezaron a coincidir sobre la bicicleta y el gran capitán se dejó guiar, aunque bien es cierto que pocos consejos le hacen falta al ser hijo, sobrino y hermano de ciclistas profesionales.

“Cada día va a más. Entrena prácticamente a diario y ya le advertí que esto de la bici le acabaría enganchando”, comenta Palomares sobre Albelda, quien ni tan siquiera ha vuelto a jugar un solo partido de fútbol desde su retirada. Ambos entrenan juntos varios días por semana en la zona de Carcagente, al sur de la provincia de Valencia, y al exfutbolista no le importa madrugar, cargar su bici al coche y buscar ese recorrido ideal para ponerse a punto. “Sale al menos cinco días a la semana, y muchos entrenamientos son de 150 ó 160 kilómetros”, añade.

Confiesa también Adrián Palomares que David Albelda tiene muy buena técnica sobre la bicicleta, que no le dan nada de miedo los descensos de los puertos y que pese a su corpulencia y su musculatura de futbolista, concentrada especialmente en sus poderosas piernas, se ha adaptado de forma notable a la exigencia de la bici. Incluso prefiere subir puertos de grandes pendientes antes que las subidas tendidas. Inexplicablemente, dice el exciclista, “le van mucho mejor, está más cómodo en los grandes desniveles”.

Albelda se deja guiar por este veterano ciclista, y tal vez, su único defecto sobre la bici y que está a tiempo de pulir es su posición. “A veces va muy erguido, demasiado alto, y en una posición poco aerodinámica. Tendrá que adaptarse y aprender a acoplarse para que no le duela la espalda”, dice entre risas Palomares.

Subido en una Pinarello Dogma (la misma bicicleta que utiliza el equipo Sky) la silueta de David Albelda es fácilmente reconocible debido a su buena planta emulando a un gran rodador flamenco y a su peculiar maillot que imita la camiseta del Valencia CF, donde tiene dibujado un gran murciélago en la espalda y donde además, luce con orgullo, el distintivo de la peña ciclista de La Pobla Llarga, su pueblo.