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El adiós del Euskadi-Murias: por qué es un golpe tan duro al ciclismo español en el peor momento

Adrián G. Roca

Actualizado 01/10/2019 a las 10:27 GMT

El adiós del equipo Euskadi-Murias es un duro golpe para el presente y el futuro inmediato del ciclismo español. El cese de actividad de esta formación cuando finalice la temporada no sólo deja una escuadra menos en la segunda categoría del ciclismo mundial, sino la sensación de que este deporte no es capaz de atraer patrocinadores potentes y continuidad al más alto nivel.

Murias-Euskadi, Mikel Iturria

Fuente de la imagen: Getty Images

El buen papel que desempeñaron los equipos Euskadi-Murias, Burgos-BH y Caja Rural-Seguros RGA en la pasada Vuelta a España, con las victorias de Ángel Madrazo, Mikel Iturria y las casi de Álex Aramburu sirvieron para desatar una ola de optimismo en cuanto al presente y al futuro inmediato del ciclismo español. Los modestos dieron un paso al frente necesario y corredores consolidados como Alejandro Valverde o Jesús Herrada también contribuyeron a demostrar que no todo es tan negativo como parece.
Esa pertinaz crisis que desde hace unos años envuelve al ciclismo español por falta de equipos de primer nivel o por desapariciones de carreras emblemáticas se vio parcialmente paliada por la irrupción del proyecto del Euskadi-Murias, así como la labor de Alberto Contador y los equipos de su Fundación, escenificados en el Kometa Cycling Team o el rescate de Mikel Landa a la Fundación Euskadi. Otras noticias como el salto de categoría del equipo Lizarte (equipo satélite del Movistar Team) del campo amateur al profesionalismo también han sido celebradas como algo más que brotes verdes.
Incluso el año que viene, fichajes como el de Juan Pedro López por el Trek-Segafredo, el de Alex Aramburu por el Astana y el todavía no confirmado pero real de la promesa juvenil Carlos Rodríguez por el Team Ineos o el salto de Íñigo Elosegui al Movistar Team, también ponen de manifiesto la fortaleza del pelotón nacional al más alto nivel, más allá de unos resultados deportivos que a decir verdad, para nada son desastrosos si se comparan con otras naciones potentes del ciclismo.
Entonces, ¿por qué la desaparición del Euskadi-Murias debe interpretarse como un durísimo golpe al ciclismo español? En primer lugar, porque ningún patrocinador potente ha apostado por dar continuidad a un proyecto que se comenzó desde la base y que ya estaba asentado al máximo nivel. Nueve victorias en lo que va de temporada 2020, dos participaciones en La Vuelta a España con sendos triunfos de etapa y siendo protagonistas en carrera e ínfulas de correr el Tour de Francia en un futuro inmediato para acabar llenando el hueco que dejó el desaparecido Euskaltel-Euskadi.
El Euskadi-Murias cuenta con un plantel de veinte ciclistas, con cinco de ellos de menos de 25 años y con un alto nivel demostrado: Fernando Barceló, Mikel Iturria, Sergio Samitier, Héctor Sáez u Óscar Rodríguez, éste último una de las grandes joyas del mercado y que presumiblemente correrá en Movistar Team en 2020. Otra de las grandes interrogantes que deja este adiós del equipo vasco es dónde podrán ir a parar estos prometedores corredores y el resto de integrantes. El mercado de los equipos World Tour y ProContinentales está prácticamente cerrado y es muy difícil encontrar un hueco en ese nivel.
Más daños colaterales del adiós del Euskadi-Murias son saber qué determinación tomará la Fundación Euskadi, el otro gran equipo vasco que de cara a 2020 se está debatiendo ascender de categoría para poder correr -siempre mediante invitación- las carreras más importantes a nivel internacional.
La apuesta de la compañía Telefónica como patrocinador del principal equipo español desde el año 2010 no tuvo el efecto rebote a la hora de atraer nuevos mecenas o inversores en ciclismo español. El proyecto del piloto Fernando Alonso nunca vio la luz pero en estos tiempos difíciles surgieron proyectos como el tristemente en vías de extinción Euskadi-Murias, el impulso del Burgos-BH, la meritoria supervivencia año sí y año también del Caja Rural o los esfuerzos de Alberto Contador para que sus equipos no sólo fueran de categorías inferiores y tuvieran una salida real al más alto nivel profesional.
En 2020 habrá por tanto un equipo menos en el pelotón español y esa sensación permanente de lo mucho que le cuesta al ciclismo nacional crear o sostener equipos en la élite. Todos los nostálgicos que se preguntan por qué ya no hay tantas escuadras como hace décadas tienen una respuesta adecuada en este triste adiós del Euskadi-Murias. Los ciclistas españoles seguirán ganando carreras pero lamentablemente la gran mayoría de los buenos corren y continuarán corriendo en equipos extranjeros.
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Vuelta a España 2019 (11ª etapa): Épico triunfo de Mikel Iturria en Urdax-Dantxarinea

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