Giro 2017: ¿A quién señala el dedo de Dumoulin? Pique y guerra de nervios del líder con Nibali

Tom Dumoulin entró a meta en la 11ª etapa del Giro de Italia 2017 con media sonrisa y con los deberes hechos, pero también levantando su pulgar y frunciendo el ceño en un gesto que no está del todo claro que fuera para felicitar a su compañero de equipo Laurens Ten Dam tras un buen trabajo o, como todo parece indicar, a Vincenzo Nibali por uno de sus ataques finales para intentar sorprenderle y ponerle nervioso.

Está claro que Nibali y cualquier rival deben aprovechar cualquier palmo y no esperar a la alta montaña para atacar y tratar de recortar tiempo al holandés. Ni el vigente campeón ni ningún otro ciclista van a regalar la maglia rosa y la victoria final en el Giro, pero a Tom Dumoulin le sorprendió ese ataque del Tiburón que no llegó a fructificar. Así lo reconoció en una de las primeras entrevistas tras la etapa, pero no hizo referencia a este asunto en su entrevista con Juan Antonio Flecha en Giro Extra, ya en Eurosport.

Eso sí, algo contrariado y con gesto más serio, dijo que esperaba más ataques al margen de los mencionados. Su discurso puede interpretarse como una guerra psicológica para demostrar su fortaleza de cara a las etapas que quedan donde debe defender su ventaja. Pero ‘la Mariposa de Maastricht’ también lanzó un aviso a sus rivales en una etapa en la que vio cómo se tenía que neutralizar una fuga importante y donde, claramente, la mayoría de equipos corrieron contra él.

"Esperábamos una pelea muy dura y no hubo. También esperábamos que atacaran los rivales que están a 5 ó 6 minutos en la general. Me he sentido bien y tengo que agradecer el trabajo de mi equipo. Todos han hecho un trabajo fantástico", señaló.

Según explicó Dumoulin, el trabajo consistió en "mantener la fuga a raya porque Andrey Amador estaba cerca en la general", faceta en la que destacó a su compañero Laurens Tem Dam, del que dijo: "Nuestro viejo guerrero que sigue mejorando con la edad, es como un buen vino".

En cualquier caso, y si eso gesto iba dirigido a Vincenzo Nibali por supuestamente reprocharle su ataque, tras un intercambio de palabras tras cruzar la línea de meta, todo acabó en un apretón de manos como pudo corroborar en directo nuestra compañera de Eurosport, Laura Meseguer.

La guerra de nervios ha comenzado, y aquí Dumoulin debe ser tanto o más fuerte que en las contrarrelojes.