Giro de Italia 2018: Froome, Yates, Nieve, Viviani y más nombres de una edición legendaria

Se fue al suelo reconociendo el trazado de la contrarreloj en Jerusalén. Se fue quedando en los primeros finales en alto y pareció que su Giro de Italia 2018 había tocado a su fin cuando no pudo seguir al pelotón de favoritos en el Gran Sasso. A partir de esa derrota empezó a recortar tiempo en la contrarreloj de Rovereto y con su victoria con más pundonor que convicción en el Zoncolan. Lo realmente imprevisible fue su ataque lejano en Finestre para firmar una remontada de leyenda en Jafferau y vestirse de rosa. Merecido campeón.

Alberto Contador, un tanto molesto, se preguntó en la cabina de Eurosport España si el inglés debía retirarse al sufrir ese desfallecimiento que le hizo perder la maglia rosa y un buen puñado de credibilidad como gran líder. Nuestro comentarista dio la respuesta que mejor le vendrá al inglés de cara al futuro y las nuevas conquistas que alcanzará: Aprenderá de esta derrota. Antes ganó dos etapas, regaló otra a su compañero Chaves y evidenció que el relevo generacional de potenciales ganadores de grandes vueltas lleva su apellido.

Tenía razón el holandés y vigente campeón del Giro hasta que finalizó en Roma en que hizo todo lo que tenía que hacer y lo mejor que pudo cuando Froome iba camino del rosa en Jafferau. La explosión de Yates le dejaba la vitola de máximo favorito, pero el inglés fue más fuerte y Dumoulin pagó caro, otra vez, no correr en un equipo más potente pese al buen hacer del Sunweb y la agradable sorpresa de Sam Oomen. Segundo en la general sabiendo aceptar su derrota.

Mejor joven por delante de la sobresaliente sorpresa del ecuatoriano Richard Carapaz, tercero en la general y con mucho ciclismo que aprender todavía. Su director Beppe Martinelli lo dijo alto y claro cuando se fue al suelo en varias ocasiones en la primera semana, pero este colombiano vuela alto pese a su juventud y aprende aún más rápido de lo que escala.

Cuatro etapas que debieron haber sido cinco por su desliz final en Roma ante el también sobresaliente Sam Bennett. Cuando concluyó el Giro de Italia 2018 se llevó el botín de cuatro victorias y era el ciclista que hasta la fecha más victorias había sumado en el World Tour, con nueve. Lejos quedan sus puñetazos al manillar y sus lágrimas tras perder la Gante-Wevelgem contra Peter Sagan. Su maglia ciclamino y su madurez en la volata le colocan por derecho propio en ese primer escalón de esprínters top del pelotón mundial.

Pese a quien más lo intentó en fugas fue Luis León Sánchez y quien más cerca se quedó fue Rubén Plaza ante Max Schachmann, fue Mikel Nieve Iturralde el único ganador español en esta edición, aunque tuvo que esperar hasta el final en Cervinia, cuando el Giro ya estaba perdido para su líder Yates y cuando gozó de esa libertad que pocas veces tienen los gregarios -tan sumamente buenos- como él.

Pundonor suicida, es como mejor puede definirse lo que hizo Thibaut Pinot camino de Cervinia, pagando con una pájara de las que hacen época su sobreesfuerzo en la etapa del Jafferau persiguiendo a Froome. Tenía casi seguro el puesto del podio, pero en la penúltima etapa perdió todo, hasta la salud. Quiso acabar la etapa, desfallecido junto a sus compañeros empujándole. Considerado un héroe por acabar, pero hospitalizado por la noche con fiebre y deshidratación. Tuvo que retirarse pero lo mejor de este ciclista es que lo seguirá intentando.

Un ejemplo de regularidad, de aguantar en montaña y de que a sus 28 años y con galones en un equipo World Tour como el Astana puede tener un techo aún más alto que este sobresaliente sexto puesto en la general del Giro de Italia 2018.