Y Mikel Landa, ¿qué? Ataques, trabajo y puro espectáculo sin la recompensa del podio
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Publicado 02/06/2019 a las 17:44 GMT
Y Mikel Landa, ¿qué? El ciclista alavés se quedó a sólo ocho segundos de subir al podio pero en un Giro de Italia 2019 donde partía como favorito ha sabido trabajar como el que más para Richard Carapaz. Generoso en su esfuerzo, jugando en equipo y atacando para dar espectáculo y tratar de remontar el excesivo tiempo que perdió en las dos primeras contrarrelojes. ¿Es mejor gregario que líder?
Mikel Landa (Movistar Team)
Fuente de la imagen: Getty Images
Si en el Tour de Francia de 2017 no subió al podio por apenas un segundo que no pudo recortar a Romain Bardet en la dramática contrarreloj del Velodrome de Marsella, sólo ocho segundos han privado al alavés de subirse al podio de Verona y repetir la foto del cajón que cosechó en 2015 junto a Alberto Contador y Fabio Aru.
El Giro de Italia 2019 lo ha ganado Richard Carapaz, pero también lo ha ganado el Movistar Team con su trabajo y por consiguiente Mikel Landa por el trabajo para su líder, pese a su ataque imprevisto a dos kilómetros de la meta de Anterselva que al fin y al cabo acabó beneficiando a Carapaz porque sirvió para distanciar a Nibali y Roglic como rivales directos.
El equipo español, que con este triunfo de Carapaz suma la décimoquinta gran vuelta de su historia como estructura Reynolds-Banesto-Caisse d’ Épargne y ahora Movistar Team, ha cambiado su mentalidad a mejor y ha sabido jugar al ataque, siendo ambicioso y sabiendo conjugar las múltiples balas que le ofrecían dos líderes muy flojos en contrarreloj pero solidísimos en alta montaña.
¿Cómo valoras el Giro de Mikel Landa y su cuarto puesto en la general final?
Ni una fisura, ni un momento de duda, siempre maniatando a sus rivales y controlando a su antojo la carrera. Sin correr a contrapié o sin chocarse -básicamente porque no estaba- contra el muro del Sky (ahora Ineos) como les suele suceder en el Tour de Francia.
Mikel Landa Meana no tuvo pues esa foto en el podio que hubiera hecho un poco más de justicia a este gran trabajo propio y de todo el Movistar Team. Si bien es cierto que perdió demasiado tiempo en las dos contrarrelojes y no ha mejorado especialmente en esta faceta, el ciclista vasco debe irse contento de este Giro de Italia.
Cada vez que le ha tocado ejercer de líder único no ha obtenido un gran resultado pero llegados a este punto cabe preguntarse si realmente alguna vez ha partido como líder de verdad en una grande. Repasando su trayectoria ni lo fue en La Vuelta 2015 que ganó su compañero Fabio Aru, como tampoco lo fue en el Giro de Italia de 2017 cuando entonces en el Sky el galés Geraint Thomas partía con ventaja en las filas del Sky. El año pasado, su primer curso en Movistar tampoco lo fue en el Tour de Francia compartiendo galones con Alejandro Valverde y Nairo Quintana.
Esta temporada, concretamente en este Giro, tampoco ha aprovechado la ocasión pero ha vuelto a demostrar que donde realmente sobresale es ejerciendo de valiosísimo gregario. En 2020, no se sabe si renovado con Movistar o presumiblemente en otro equipo puntero del World Tour, tendrá una nueva oportunidad de demostrar que puede ser un gran líder y que tiene el podio de una gran vuelta en sus piernas y en su mentalidad atacante.
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