Juegos Olímpicos Tokio 2020, ciclismo | ¿Lo sabías? El historión de Kiesenhofer: matemática y ciclista a tiempo parcial

PorAitor Simarro

Actualizado 29/07/2021 a las 14:07 GMT

La austríaca Anna Kiesenhofer se alzó con el oro olímpico en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tras ganarle el pulso al pelotón desde la escapada. La flamante nueva campeona olímpica de ciclismo tiene una historia de superación al alcanze de pocos, ya que tuvo que retirarse parcialmente del ciclismo en 2017 a causa de una osteoporosis, y aprovechó para licenciarse en Matemáticas en Barcelona.

Kiesenhofer posa con la medalla de oro olímpico

Fuente de la imagen: Getty Images

Juegos Olímpicos Tokio 2020: Calendario y horarios

Anna Kiesenhofer (30 años, Austria) se acaba de proclamar nueva campeona olímpica en la prueba en ruta femenina de ciclismo en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y lleva consigo una historia personal digna de ser analizada ante el gran público. Empezó a destacar en ciclismo en 2016, durante su estancia en la Universidad Politécnica de Cataluña, en Barcelona. Allí cursó el Doctorado en Matemáticas Aplicadas, justo después de haber estudiado en Cambridge. Durante su etapa en la ciudad condal, fue ciclista amateur del Frigoríficos Costa Brava-Naturalium, con el que se proclamó campeona de la Copa de España.

Su nombre dentro del ciclismo profesional se dio a conocer con su victoria en el mítico Mont Ventoux en la etapa del Tour International de l’Ardèche, en 2016, lo que le permitió firmar por el Lotto Soudal en esa temporada y dejar atrás las pruebas amateur para centrarse en el ciclismo de élite.

Juegos Olímpicos Tokio 2020

El significado de 'ir a rueda' o 'a rebufo' en ciclismo: la perfecta explicación de Bradley Wiggins

00:02:17

04/08/2021 a las 08:26

Ciclismo femenino | Kiesenhofer se hace de oro en una gran actuación de 'Mavi' García

Depresión y osteoporosis

Pero no todo iba a ser un camino de rosas, y tras apenas una sola temporada en el Lotto Soudal, Kiesenhofer decidió retirarse indefinidamente del ciclismo en 2017 a causa de una depresión por la exigencia de la profesión, y por una amenorrea y osteoporosis agravadas que le impedían rendir al máximo nivel.

Tras ello, la nueva campeona olímpica en Tokio decidió retomar sus estudios y se convirtió en profesora de universidad. Pese a ello, Kiesenhofer no dejó nunca de lado el mundo del ciclismo, su pasión, y compagino su profesión de maestra con salidas recreativas en bicicleta para más tarde organizar rutas cicloturistas en Lausana (Suiza).

Basa su forma de correr en las matemáticas

Poco a poco su camino fue acercándose de nuevo al ciclismo profesional, pero sin dedicación plena. La austríaca es una obsesa de los datos, de ahí su pasión por las matemáticas, y comenzó a vincular su profesión con el ciclismo para sacarle el mayor rendimiento a su potencial. Largas jornadas de entrenamiento con la bicicleta de contrarreloj han acompañado a Kiesenhofer todos estos años fuera de la élite, que, junto con el análisis de datos, le llevaron a retomar su carrera ciclista.

Ciclismo | El lapsus de Van Vleuten: entró segunda pero celebró creyendo que era oro

Volvió en 2019 a los nacionales de Austria, gran escaparate en su país, y arrasó en las pruebas de crono, su especialidad, y ruta. Kiesenhofer volvió a cogerle el gusanillo a la competición, tan solo de manera esporádica, y revalidó los títulos de contrarrreloj de Austria en 2020 y 2021. Tras estas hazañas, ofertas no le faltaron a la austríaca para unirse de nuevo al pelotón pero centró sus esfuerzos en un objetivo claro, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Tras lograr plaza, y con un año de retraso de la cita olímpica a causa de la pandemia del Covid-19, Kiesenhofer llegaba a Tokio en un mar de dudas sobre si podría aguantar la dureza del recorrido. Acostumbrada a la bicicleta de contrarreloj, no le supuso problema adaptarse a la carretera y sorprendió al pelotón filtrándose en la fuga, para rememorar su exhibición en el Mont Ventoux 5 años atrás, y alzarse con el título de campeona olímpica tras un ataque en solitario a 40 kilómetros de meta.

Exhausta, entre lágrimas y sonrisas, Kiesenhofer celebraba su hazaña tendida sobre la meta del circuito automovilístico de Fuji. Atrás quedaron los problemas de osteoporosis y amorrea, y las depresiones, y quién sabe si los retiros, porque el mundo ciclista vuelve a llamar a la puerta de esta profesora de universidad loca por la bicicleta, y nueva campeona olímpica.