La opinión de Luis Jiménez: Atención, 'hater' suelto

Iñigo Martínez paró su coche en la salida de jugadores de las instalaciones deportivas del Barça. Unos chavales, subcategoría tiktokers, no paraban de insultar al jugador vasco hasta que, harto de este deleznable comportamiento, se encaró con ellos ¿Fue un error enfrentarte al insultador para conseguir el objetivo de la notoriedad? ¿Va en el sueldo de profesional del deporte aguantar estos comportamientos? ¿Es más práctico y saludable pasar de todo y dejar morir desde el inicio el insulto y la provocación? Y otra pregunta también interesante: ¿se está contagiando esta moda de la mala educación a otros deportes como el ciclismo? Veamos algunos ejemplos.

Paris-Roubaix 2024. Una señora de apariencia respetable (fíate de las apariencias y no salgas huyendo…) lanza una gorra hacia la bicicleta de Mathieu van der Poel. Cualquiera con dos dedos de frente vería de inmediato el peligro de la acción: tramo adoquinado, velocidad demencial, una gorra que se mete entre los radios o el casette, posibilidad de un grave accidente muy alta ¿Qué diablos pretendía esta señora con tan lamentable y peligrosa acción? Lo primero que te viene a la cabeza es que hay que estar bastante enajenado. Te pegas un madrugón de escándalo, aparcas tu coche lejos, muy lejos, te desplazas a uno de los tramos de adoquín, esperas durante horas el paso de los corredores…para arrojar una gorra a un ciclista. Muy normal no es, digo yo. Las cámaras y los teléfonos móviles pillaron in fraganti a la señora, que también hay que se torpe (salvo que pretendas la notoriedad con tu acción, claro), para pensar que no ibas a salir inmortalizada en la foto. Ahora se enfrenta a varias denuncias que, además de condenar el hecho en sí, la harán pasar por una gran mentirosa, ya que sigue afirmando que no tenía intención dolosa. Una hooligan de carretera. De la grada del estadio a las cunetas. Al menos, el insultador de butaca puede alegar que ha pagado su abono o entrada y que eso le da derecho a hacer barbaridades. Lo de esta señora, créanme, no lo pillo.

'Hater' profesional o masoquista de manual

Lo de las redes es un caso aparte. El ciclismo siempre ha contado con su legión de talibanes de la verdad única que no perdonan la discrepancia y que lapidan a todo aquel que no coincide con su manera de ver el ciclismo. Hace meses, también aquí en Eurosport, hablaba de la mala prensa de un corredor como Enric Mas, a quien se le criticaba con especial saña y, a veces, incluso maldad, más allá de sus aciertos o fallos como corredor profesional. No sé si es una percepción personal o ya ha alcanzado la categoría de hecho el observar cómo el mundo del ciclismo se está contagiando cada día más de la visceralidad y de la hipérbole ya instaladas hace tiempo en el fútbol. El rendimiento de Movistar en esta última Amstel ha sido decepcionante, muy decepcionante, diría yo. De ahí a los comentarios que se han llegado a leer en numerosos foros ciclistas o polideportivos, va un mundo.

Insulta, que algo queda

'Lo de Movistar hoy ha sido vergonzoso', 'El tal Ayuso solo gana cuando no están los profesionales', 'Cortina…de humo no está al nivel del World Tour', 'Juan Ayuno, lamentable', y así unos cuantos ejemplos más de la cordialidad con la que ciertos ¿aficionados? al ciclismo tratan a ciertos corredores y a determinados equipos. Tampoco faltan aquellos que ponen permanentemente en duda los triunfos de los grandes corredores. Si arrasa Van der Poel, si se sale Van Aert, si ataca con fiereza Vingegaard, si le responde con una exhibición Pogacar, es que algo raro está pasando, algo malo se están metiendo, algo turbio está sucediendo. Sé, porque me consta, que hay muchos y buenos aficionados a este bendito deporte, críticos desde el respeto, y que lo más sensato es ignorar a este sector tan ruidoso, pero no puedo evitar preguntarme en alguna ocasión cómo se puede ser tan masoquista y comerte carrera tras carrera en las que, o bien desprecias a medio pelotón, o bien pones por sistema bajo sospecha a aquellos que ganan o se exhiben. Para hacérselo mirar…