Covid, una paliza previa y una foto finish absurda: Las tres intrahistorias de la única Lieja que corrió Van der Poel

Cuatro años después, este domingo 21 de abril de 2024 y en directo en Eurosport desde las 12:30 horas, Mathieu Van der Poel vuelve a disputar una Lieja-Bastoña-Lieja, la cuarta clásica Monumento de la temporada, también conocida como la ‘Decana’ o la ‘Doyenne’ por ser la carrera de estas características más antigua del calendario, con su primera edición en 1892.

Al margen de la efeméride y estas consideraciones históricas, en la previa de este duelo monumental entre Van der Poel y Tadej Pogacar en una gran clásica, conviene recordar la primera vez del hoy campeón del mundo. Una carrera en la que un joven Pogacar que acababa de ganar el Tour de Francia fue tercero por decisión arbitral, que también se disputó de forma excepcional en octubre y no a finales de abril por la crisis del coronavirus y a la que el neerlandés llegó solo unas horas después de darse una paliza legendaria en la última etapa del BinckBank Tour, o sea, el Tour del Benelux de toda la vida.

Con todo esto, Van der Poel quedó sexto a sólo 14 segundos del grupo ganador y, quien sabe, pudo haber estado ahí si el día anterior hubiera reservado algo de energías. En el esprint del segundo grupo se impuso a un súper especialista en esta carrera como el canadiense Michael Woods, así como a otros grandes como Tiesj Benoot y Michal Kwiatkowski, quien cerró el top ten.

La Lieja-Bastoña-Lieja de 2020 se disputó el domingo 4 de octubre y en la víspera, el sábado día 3, Van der Poel se escapó a 72 kilómetros de meta en la última etapa del Benelux, para acabar sellando una exhibición en solitario con más de 50 kilómetros fugado en solitario cuando dejó atrás a sus compañeros de escapada.

Además fue bajo la lluvia y el frío, en un circuito final en Geraardsbergen, la población belga donde está enclavado el mítico Kapelmuur que fue santo y seña del Tour de Flandes. Ganó la etapa y la general a Mads Pedersen, para acto seguido descansar y apenas unas horas después tomar la salida en Lieja en otra carrera de 260 kilómetros con 4.000 metros de desnivel acumulado.

Una auténtica locura, ya que algunos medios señalaron entonces que esa participación en la ‘Decana’ fue improvisada y no parte de su calendario, enfocado en aquel momento exacto al Tour de Flandes, que también acabaría ganando muy pocas semanas después a Wout Van Aert.

Van der Poel no pudo seguir el movimiento decisivo de Pogacar, Roglic, Alaphilippe y compañía en la última cota, ya a pocos kilómetros de la meta en Lieja. Un pequeño grupo formado por estos tres ciclistas más Matej Mohoric y Marc Hirschi, que venía de ganar la Flecha Valona cuatro días antes, se jugó el triunfo en la llegada paralela al Mosa, el río que baña la capital valona.

Alaphilippe cerró a algunos rivales, Hirschi y Pogacar concretamente, levantó los brazos antes de tiempo y un Roglic con una fe inquebrantable esprintó hasta el final. La clásica celebración antes de tiempo condenó al francés, igual que los jueces relegándole a la última posición de ese esprint al considerarlo maniobra irregular. De haber ganado él y no Roglic en esa histórica foto finish, no se sabe si el jurado técnico hubiera tomado esa decisión tan polémica y comentada.

Ya por detrás llegó Van der Poel, habiendo perdido la oportunidad de ganar de forma tal vez inesperada este Monumento, que hubiera sido el primero de los seis que hoy engrandecen su palmarés. Además, con los que ya ha ganado, aquella Lieja hubiera supuesto tener ya cuatro de los cinco, e inscribir su nombre en la historia junto a Rik Van Looy, Eddy Merckx y Roger de Vlaeminck.

Por esto último, por la gloria absoluta, es por lo que Van der Poel va a participar por segunda vez en su carrera en una Lieja-Bastoña-Lieja, después de aquella primera tan peculiar, polémica y hasta improvisada. Una intrahistoria que tal vez pocos recuerden, pero que merecía ser recuperada.