París-Niza 2017: La expulsión de Romain Bardet abre otro polémico y necesario debate

Los jueces y comisarios de carrera de la París-Niza 2017 expulsaron de forma fulminante al ciclista francés y uno de los grandes favoritos al triunfo final, Romain Bardet. A falta de 23 kilómetros para la llegada de la primera etapa, el ciclista galo sufrió una caída y en los kilómetros posteriores se ayudó del coche de su equipo en varias ocasiones para reintegrarse en el grupo, ya fuera pedaleando haciendo ‘trascoche’ o bien siendo remolcado por el propio mecánico del Ag2r.

Romain Bardet pudo reincorporarse al grupo de favoritos que perseguía a la cabeza de carrera, un grupo perseguidor en el que también estaban Alberto Contador o Richie Porte, entre algunos de los grandes favoritos al triunfo final en esta París-Niza 2017.

Minutos después de la conclusión de esta primera etapa que ganó el también francés Arnaud Démare, batiendo a su compatriota Julian Alaphilippe, la organización de la carrera anunció esta polémica y fulminante decisión.

Para comprender mejor la gravedad de los hechos, más allá de la infracción de Romain Bardet que fue captada por las cámaras de la realización televisiva –aunque no todas estas imágenes muestran los supuestos abrigos trascoche tras la caída- esta decisión de los comisarios de la París-Niza suponen expulsar al principal ciclista francés de una de las carreras más prestigiosas del calendario y que, obviamente, también es francesa. Más allá de la nacionalidad de Bardet o de esta carrera, se trata de una decisión dura y ejemplarizante para el resto de ciclistas que recurren a este tipo de prácticas tras una avería o una caída.

La última gran y tajante decisión de este tipo que se tomó en una carrera de máxima relevancia fue la expulsión de Vincenzo Nibali de La Vuelta 2015, cuando en la segunda etapa se remolcó durante un trayecto prolongado para reintegrarse al pelotón principal. En aquella ocasión, las imágenes de televisión también delataron al ciclista italiano. Incluso en días posteriores pidió disculpas y trató de dar su versión de los hechos.

¿Qué dice el reglamento? La normativa señala que está prohibido que un ciclista se impulse por medio de un coche o una moto de carrera e incluso de otro corredor, y este gesto está castigado con la expulsión del ciclista. Por lo que viendo estas imágenes y aplicando el reglamento, Romain Bardet estaría bien expulsado.

Pero este tipo de acciones, habituales en cada carrera tras una caída o una avería mecánica, no siempre son juzgadas con el mismo criterio y, viendo el caso de Bardet, con la misma dureza. El ciclista francés se fue al suelo en esta primera y complicada etapa de la París-Niza: el fuerte viento, la lluvia, los abanicos, los cortes en los que se vieron inmersos los principales favoritos, la persecución al grupo cabecero donde rodaban otros ciclistas importantes como Julian Alaphilippe, Daniel Martin o Sergio Henao hizo que se rodara con muchos nervios y mucha tensión y por tanto se multiplicara el riesgo de caídas. Por todas estas razones, el segundo clasificado del pasado Tour de Francia se fue al suelo y al intentar reincorporarse, hizo uso de esta artimaña aun a sabiendas de que podía ser sancionado o expulsado.

Y es conveniente aclarar que no siempre son sancionadas con el mismo criterio porque en otras ocasiones, rodar ‘trascoche’ o en situación de ‘abrigo prolongado’ los ciclistas pueden ser sancionados con más tiempo en la general y/o con multas económicas.

La expulsión de Romain Bardet reabre un debate en el ciclismo sobre este tipo de acciones, ya que a partir de ahora cabe preguntarse si en caso de ser cazados por los jueces de carrera (y también por las cámaras de televisión haciendo más visible esta infracción) cualquier ciclista que incumpla el reglamento en este tipo de acciones debe ser expulsado de carrera. El reglamento es claro al respecto, pero ¿cambiará la vara de medir o la interpretación dependiendo de la carrera o de los ciclistas implicados?

Complicado dar una respuesta, pero a una carrera francesa de máximo nivel no le ha temblado el pulso a la hora de expulsar al principal ciclista francés que podía ganarla. Y por cierto, con permiso de Thibaut Pinot, Romain Bardet es el único ciclista francés que a día de hoy puede ganar el Tour de Francia, carrera que cuenta con los mismos organizadores de esta París-Niza.

"Hemos cometido un error fruto de la falta de lucidez en un momento clave en el que han influido mi caída y las circunstancias de una etapa muy movida”, admite Bardet. “Lo lamento profundamente porque nada justifica el uso de la asistencia extendida de un coche para solucionar problemas. Esta práctica, muy a menudo se tolera tácitamente en el pelotón, y esta es una medida necesaria para asegurar la integridad de nuestro deporte”, explicó.

"Me disculpo sinceramente ante la organización y los aficionados. Vine a esta París-Niza con muchas ganas y convencido de poder hacer algo importante. Ya pienso en las próximas semanas con el corazón puesto en seguir practicando el deporte que amo", sentenció.