La enorme lección de clase de Degenkolb en su momento más amargo para apagar cualquier polémica con Van der Poel

John Degenkolb dio toda una lección de deportividad y valores después de su amargo final en la París-Roubaix 2023. El veterano ciclista alemán no quiso cargar en ningún momento contra Van der Poel o Philipsen y calificó de “lance de carrera” la acción en la que se vio cerrado por los dos Alpecin-Deceuninck y por la que se fue al suelo en el Carrefour de l’Arbre, arruinando todas sus opciones.

Degenkolb dopo l'arrivo della Parigi-Roubaix 2023

Fuente de la imagen: Getty Images

La gran pregunta tras ver una y otra vez el incidente entre Jasper Philipsen, Mathieu Van der Poel y John Degenkolb en el Carrefour de l’Arbre a falta de 16 kilómetros para el final es: ¿fue una acción polémica y merecedora de sanción para los ciclistas del Alpecin-Fenix o bien fue una situación fortuita y difícilmente evitable?
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Así ganó Van der Poel la Roubaix: salvada milagrosa, pinchazo de Van Aert y ataque decisivo

Autor del vídeo: Eurosport

Realmente hubo más ruido en las redes sociales que en la vida real, es decir, en boca de los protagonistas de este percance y sus respectivos equipos. El ciclismo, a diferencia de otros deportes como son el fútbol en particular u otros donde se da mucho más eco e importancia a las protestas y a cuestionar las decisiones arbitrales, guarda una serie de valores que propician que acciones como ésta se queden en la carretera y no se levante ninguna polvareda mediática.
Ya en frío en la tarde del domingo y tras haber entrado al Velódromo André Petrieux llorando desconsolado por esa caída que le privó de algo más grande, John Degenkolb zanjó cualquier atisbo de polémica: “Fue un lance de carrera”, dijo acompañado de una sonrisa.
Antes, los periodistas presenten en meta le preguntaron por este hecho, a lo que el alemán respondió siempre con clase y cautela: "Sé que estaba en el lado derecho y luego, de repente, en realidad, primero Philipsen se movió hacia la derecha y ya estaba en el lado derecho y en la zanja. Y luego también Mathieu se metió y me empujó básicamente hacia sí mismo ya no había espacio para mí. Me estrellé. Eso es todo lo que puedo decir".

Otra lección cuando ocurrió la caída

La experiencia de John Degenkolb en esta carrera es máxima, ya que la ganó de forma magistral en 2015 y acumula otros top ten. Además, ganó una etapa del Tour de Francia 2017 que transitó por tramos adoquinados de la Roubaix y llegó a ser uno de los mejores clasicómanos de la pasada década, hasta que un gravísimo atropello mientras entrenaba truncó su carrera cuando competía en todo su esplendor.
Por esta razón, cuando Degenkolb se cayó se levantó rápido, ya que el golpe en su cuerpo lo recibió en la zona de hierba y tierra y no se estrelló contra los duros adoquines. Un aficionado grabó la escena y en ésta se ve cómo se levanta rápidamente con toda la adrenalina, intenta arreglar su bicicleta, llama a su coche y lo espera para que le den una nueva montura y pueda continuar y, lo más importante, sin aspavientos ni malos gestos.
Todo eso en menos de un minuto, para volver a retomar la marcha y entrar en una meritoria séptima posición en el que fue su mejor día sobre una bici en el último lustro.
La emoción y el dolor le embargaron y entró llorando en el velódromo, para luego desplomarse en el suelo y seguir derramando lágrimas de pura frustración. A sus 34 años pudo ser su última gran oportunidad. Tendido en el césped del campo de fútbol del André Pétrieux, vio cómo Philipsen y Van der Poel se acercaron a consolarle y disculparse.
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Mathieu Van der Poel y Jasper Philipsen consuelan a Jonh Degenkolb en la París-Roubaix

Fuente de la imagen: Getty Images

El propio Van der Poel fue preguntado tras su victoria por este lance y fue claro: “Si he sido el causante, pido disculpas”. Pero fue visto como una situación de carrera e inevitable por todo el mundo, incluidos los jueces. El DSM, equipo de Degenkolb, no puso ninguna reclamación y ni Philipsen ni el flamante campeón recibieron sanción alguna.
La conclusión es que en lugar de llenar portadas y artículos con la palabra “polémica” en todos los titulares, Degenkolb dio una lección de señorío y Van der Poel y Philipsen, también. Otros deportes tal vez tengan que aprender mucho del ciclismo y los ciclistas en este tipo de situaciones. Y no darle tantas vueltas ni buscar excusas ni justificaciones en los árbitros.
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