Tadej Pogacar, el nombre que faltaba para acabar de ilusionar del todo al ciclismo

No es que julio esté a la vuelta de la esquina, es que tal vez el invierno se nos haya hecho demasiado largo sin ciclismo. La única excepción, contemplar cómo Mathieu Van der Poel arrasaba las campiñas donde se instalan los circuitos de ciclocross y sentarse cómodamente a esperar. Sentarse no para ver qué rival podía vencerle porque eso a día de hoy no es posible, se trataba simplemente de ser paciente para que la temporada de ciclismo en ruta empezara a emitirse en las pantallas de Eurosport.

En esos sofás y en su extensión a las redes sociales, han ido surgiendo durante este largo invierno diferentes debates centrados en expectativas. Es decir, meras proyecciones de qué, cómo y cuántas grandes vueltas, Monumentos y otras carreras serán capaces de ganar Van der Poel, Bernal o Evenepoel. Pero, ¿y Tadej Pogacar?

El ‘hype’ por el joven portento esloveno se había apagado casi del todo tras su asombroso segundo puesto en la general de la pasada Vuelta a España. La temporada ciclista no concluyó en Cibeles, pero esa gestión de expectativas sobre él, sí. Conviene recordar: dos victorias de etapa y podio en la primera gran vuelta que disputaba. Y más: una visión portentosa de carrera y de cómo, cuándo y dónde atacar en este deporte, que se puso de manifiesto cuando cabalgó en solitario hacia su triunfo en la victoria en Gredos.

Al margen de recordar lo que todo el mundo presupone, que será el gran rival de Egan Bernal por el Tour de Francia en los próximos años, la visión privilegiada que tiene este adolescente que en sólo una temporada entera y cinco días más de competición como profesional ya suma 11 victorias incluyendo las generales de Algarve, California y ahora Comunidad Valenciana, es difícilmente equiparable a cualquiera de sus rivales generacionales y también a otros mucho más veteranos.

Tadej Pogacar ganó a Alejandro Valverde en Cullera a lo Alejandro Valverde, es decir, dominando y definiendo en finales en alto como ha hecho a lo largo de toda su carrera. Y en el absurdo desnivel de las rampas de Bernia ganó, no es ninguna osadía decirlo, como Mathieu Van der Poel juega con sus oponentes en los circuitos de ciclocross. Anticipó la superioridad del Bahrein-McLaren con Teuns y Poels, e incluso daba la sensación de tener una marcha más el caso que el holandés le hubiera cogido rueda.

Tras ganar en Valencia y poner su candidatura a todo encima de la mesa, Pogacar se centrará en el Tour de los Emiratos para a continuación seguir compitiendo en la París-Niza, Milán-San Remo y un abril ilusionante con Vuelta al País Vasco y el tríptico de las Ardenas: Amstel, Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja. En junio, Dauphiné y en julio, al Tour de Francia. Calendario de un veterano para un ciclista que en septiembre cumplirá 22 años.

Lo dicho, altísimas expectativas para otro de los nombres que hay que nombrar para darle ilusión al ciclismo y a sus más grandes escenarios.