Tirreno-Adriático 2017: Diez kilómetros y un minuto para que Nairo vuelva a reinar en los mares

PorAdrián G. Roca

Actualizado 14/03/2017 a las 11:25 GMT

Sólo diez kilómetros contrarreloj en la séptima y última etapa de la Tirreno-Adriático separan a Nairo Quintana (Movistar) de volver a convertirse en el rey de los dos mares y dejar constancia de que él y nadie más que él es el máximo favorito a ganar el próximo Giro de Italia. Una crono en San Benedetto del Tronto en la que tiene que defender un minuto respecto a sus máximos rivales.

Nairo Quintana

Fuente de la imagen: EFE

Nairo Quintana cree que los cincuenta segundos que defiende sobre Thibaut Pinot, o el más de un minuto sobre el australiano Rohan Dennis, el esloveno Primoz Roglic o el holandés Tom Dumoulin es una ventaja más que suficiente para volver a proclamarse campeón de la Tirreno-Adriatico.

Desde luego las etapas contra el reloj no son la especialidad del ciclista colombiano, quien labró esta ventaja con su victoria en solitario en la única etapa de alta montaña en el Terminillo. El único problema para él es que todos los rivales que amenazan con quitarle el jersey azul de líder son mucho mejores contrarrelojistas que él.

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Absolutamente todos, porque Pinot ha mejorado notablemente en esta especialidad, llegando a proclamarse campeón nacional francés. O Rohan Dennis, quien firmó la etapa más rápida de la historia del Tour de Francia cuando ganó el prólogo en Utrecht, en el arranque del Tour de 2015. Primoz Roglic, el esloveno del Lotto-Jumbo holandés, ganó una etapa contrarreloj en el pasado Giro de Italia y qué decir de Tom Dumoulin, uno de los mejores especialistas del mundo y gran candidato a la victoria parcial en esta despedida de la Tirreno-Adriatico.

La única ventaja para Nairo es que esa cronometrada es sólo de diez kilómetros y no se espera que el viento sea un protagonista decisivo. Pero en cualquier caso, si el colombiano quiere volver a levantar el tridente de Neptuno con el que se obsequia al campeón de la Tirreno-Adriático, sabe que tiene que sufrir y resistir contra el reloj. Y si quiere ganar el próximo Giro de Italia, también.