Tour de Francia 2019: Las opciones de Mikel Landa para seguir soñando

PorEdgar Saiz

Actualizado 17/07/2019 a las 10:05 GMT

Mikel Landa llega al primer descanso de este Tour de Francia a 4:15 minutos del maillot amarillo, Julian Alaphilippe, después de la caída que sufrió en la etapa de ayer, en donde perdió 2:09' en meta. Sin duda, la fortuna no está siendo buena compañera del español en las Grandes Vueltas. La desventaja es importante, pero con Landa en carrera nunca podremos decir que está todo perdido.

Mikel Landa, Giro de Italia 2019

Fuente de la imagen: Getty Images

“Ha sido un ‘shock’. Tan pronto estaba de pie como estaba entre gente y en el suelo. Afortunadamente no tengo consecuencias físicas. He podido seguir bien y los compañeros han salvado muy bien una situación complicada. Es ‘solo’ pérdida de tiempo… y se escapa un poco el objetivo por el que vinimos”. Estas eran las declaraciones de Mikel Landa al concluir la 10ª etapa del Tour de Francia, entre Saint-Flour y Albi (217 km.), y en la que un incidente a 19 km. de meta se ha llevado parte de las esperanzas con las que el de Movistar afrontaba esta 'Grande Boucle'.

La jornada de descanso le vendrá bien para desconectar, descansar, recuperar sus heridas (físicas y mentales) y fijar nuevos objetivos. Ahora quizás le toque trabajar para Nairo Quintana o quien sabe si buscará la épica para recuperar el terreno perdido. Con Mikel Landa nunca se sabe, porque recordemos que hablamos de uno de los mejores escaladores del mundo.

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Con cuatro minutos de desventaja, Landa tiene su primer examen en la contrarreloj individual del próximo viernes (27 km.), y en la que el de Movistar debe salir de Pau con el menor tiempo perdido posible respecto a ciclistas como Geraint Thomas, Egan Bernal o Steven Kruijswijk.

Si de ahí escapa "vivo" podremos soñar el sábado con una heroicidad en la ascensión a un coloso como el 'Tourmalet'. Un puerto de 20 km. que llama a la épica, por su historia y por sus rampas, y que casa muy bien con las características del ciclista español. La buena noticia ahora para Landa es que los grandes favoritos, más pendientes de vigilarse y atacarse entre ellos, le van a dar margen para saltar del grupo, por lo que el español tiene "vía libre" para buscar un triunfo de etapa e ir recortando tiempo en la general.

En este sentido, los precedentes son esperanzadores para Mikel. En el último Giro vivió una situación similar, en la que también en la primera semana se quedó practicamente sin opciones de vestir la Maglia Rosa. Se levantó y a base de coraje y valentía consiguió recuperar dos minutos y medio en las dos primeras jornadas de montaña de una carrera en la que se le escapó el podio por escasos segundos.

Otro punto a su favor es que después del viernes, no habrá más contrarreloj y sí etapas de alta montaña o 'rompe-piernas'. En su nuevo calendario marcará también en rojo la etapa del próximo domingo, con tres puertos de primera categoría en los últimos 60 km. Un 'sube-baja' que seguro puede hacer estragos entre los favoritos. Un terreno en el que Landa es de los que ataca y no mira hacia atrás.

Si hay algo cierto a partir de ahora, es que el español va a ser el gran animador de la carrera. Y si consigue arañar un par de minutos en estas dos etapas, tendremos motivos para soñar, cuanto menos, con el podio de un español en los Campos Elíseos.

La traca final de este Tour será la próxima semana, antes del paseo por París, con las tres últimas etapas repletas de ascensiones en las que, también atacando desde lejos, se pueden hacer grandes diferencias.

El que quiera y pueda ganar el Tour va a tener que demostrarlo aquí. En una etapa reina de 207 km. que finaliza en Valloire y que se completa con cuatro puertos. El último de ellos, el mítico 'Col de Galibier', que se coronorá a 20 km. de meta y que puede ser el gran juez de la general. Otra ascensión en la que Mikel Landa va a intentar seguro dinamitar la carrera.

En definitiva, si Landa se viste de Landa, todavía nos queda mucho por disfrutar con él en este Tour de Francia. Porque para el de Movistar, rendirse nunca es una opción.

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