Tour de Francia 2017 (Etapa 19): Salón de Provenza y de Boasson Hagen

Edvald Boasson Hagen: El noruego atacó a dos kilómetros del final para intentar ganar en solitario. Ha perdido dos etapas al esprint por pocos pocos milímetros y no quería perder la tercera de esta misma forma. Ganó a lo grande, como acostumbraba cuando irrumpió como ciclista en la pasada década.

Daniele Bennati: El Movistar Team perdió su última oportunidad de ganar una etapa en este Tour de Francia 2017 con el gigante italiano, no vio venir el arreón final de Hagen, pero las piernas también le fallaron. Desde hace años que perdió su punta de velocidad, pero oportunidades así difícilmente le volverán a llegar al elegantísimo ciclista italiano.

Romain Sicard: El talento vasco-francés que llegó a ser campeón del mundo Sub 23 y al que las lesiones apartaron de la gran elite ciclista, intentó ataques y estar presente en esta fuga, aunque realmente su compañero Sylvain Chavanel fue quien llegó a luchar por la victoria.

La etapa con final en Salón de Provenza fue como el salón de su casa para Froome y el resto de favoritos. Pacto de no agresión antes de la contrarreloj de Marsella en lugar de buscar zafarranchos o abanicos imposibles en este ciclismo actual. Por eso la fuga se nutrió de buenos rodadores ante la ausencia de esprínters y ante la ausencia de intereses de los mismos. Con Kittel en casa por caída y con Michael Matthews con dos etapas en el zurrón y el maillot verde asegurado, eran otros quienes debían probarlo desde lejos. Y todo con la venia del pelotón y de sus respectivos equipos, como Niklas Arndt o Jens Keukeleire.

El ciclismo no le debe nada a nadie, pero en este Tour de Francia 2017 Edvald Boasson Hagen sí tenía al menos derecho a un guiño. Perdió la etapa más corta en la historia de la carrera ante Kittel, y Matthews le dejó sin victoria también por foto finish. El noruego parecía que iba a ser un grande cuando irrumpió allá por 2007. Ganaba clásicas o etapas del Giro dominando a sus rivales y con una autoridad pasmosa. Cuando todos le daban favorito a Monumentos y fichó por el Team Sky, sus Tours pasaban por ser un peón más de aquella maquinaria, aunque fue capaz de ganar tres etapas exhibiéndose en esprints exigentes. Y cuando la mediocridad asomaba a su carrera, supo reinventarse en el Dimension Data. Un equipo menos exigente que no le pedía victorias. Pues en esas tuvo más cerca que nunca ganar una París-Roubaix en 2016 y en esta edición de la ronda gala la libertad para ganar y brillar como hace una década tras la caída de Mark Cavendish.

Quienes creyeron en él desde un principio se alegran por esta victoria del noruego. Y quienes creían que Aru o Bardet iban a intentar mover la carrera para inquietar a Froome antes de la crono, son unos ilusos.